Los proyectos de la NASA son bastante variados, unos buscan estudiar el espacio mientras que otros buscan garantizar viajes más seguros. Tal es el caso de los propulsores que inyectan aluminio en la Luna.

Estos propulsores tienen como función crear terrenos en los que futuras naves puedan aterrizar en la Luna, disminuyendo el peligroso polvo lunar que es sumamente perjudicial para las naves espaciales.

La importancia de usar los propulsores que inyectan aluminio

El uso de estos propulsores que inyectan aluminio es la solución a uno de los problemas que se presentan en el momento de aterrizar en la Luna o en Marte.

En el momento que comienza el aterrizaje el polvo que hay en la superficie comienza a levantarse y el problema es que este es capaz de dañar las naves.

Ha sido la empresa americana Masten Space Systems quienes han inventado un nuevo sistema con el que buscan remediar este problema. La idea es crear plataformas de aterrizaje que sean sólidas.

Masten Space Systems
Masten Space Systems

Este es un proyecto sumamente útil, sobre todo ahora que la NASA trabaja en la misión “Artemisa” con la que se busca el poder volver a pisar la Luna.

Pero una de las preocupaciones más grandes es como el polvo Lunar puede afectar la misión, ya que este puede generar daños en la nave.

Es que por lo general en este polvo Lunar hay la presencia de trozos pequeños de piedra y metales minúsculos a los que se les conoce como regolito.

Estos son capaces de dañar los equipos científicos, el módulo, las estructuras de la nave espacial e incluso dañar los trajes espaciales de los astronautas.

Masten ha indicado que este proyecto podría tener un coste de unos 120 millones de dólares por aterrizaje y misión.

Pero la aplicación de este sistema reduciría drásticamente la formación de cráteres al momento de aterrizar y, por lo tanto, previene que los proyectiles de regolito impacten contra las naves.

La empresa ha realizado con éxito varias pruebas, estas las han realizado con módulos tan grandes como las que se usaran en el proyecto Artemisa.

Estos han concluido que para lograr la plataforma sólida es necesaria una inyección de partículas cerámicas de alúmina de 0,5 milímetros de diámetro.

La idea es que estas pudieran pasar por el motor sin llegar a fundirse, pero que si tendrían un impacto sobre la superficie a una velocidad de unos 650 metros por segundo.

Aunque el proyecto no ha sido utilizado en el entorno lunar, la empresa indica que este si puede tener éxito.