¿Tienes 190.000 dólares? Pues lamentamos decirte que no es suficiente para comprar un coche volador, pero sí que te sirve para adquirir algo parecido: Hammacher Schlemmer, una empresa americana de venta por catálogo, te ofrece su última creación. Se trata del Flying Hovercraft.
¿Qué es exactamente este extraño vehículo?
Dispone de un motor turbo de gasolina refrigerado con dos cilindros que le permite desplazarse hasta 230 kilómetros (si lleva el depósito de combustible lleno) a una máximo de 113 km/h y a 6 metros de altura. El aparato dispone además de una hélice de 152 centímetros de madera y carbono y un ventilador de elevación de 34 pulgadas que gira a 1.100 rpm. Debajo del aerodeslizador, el vehículo tiene una estructura de nylon resistente con revestimiento de vinilo que se infla.
Sólo sobre el agua
Evidentemente, nos encontramos ante un vehículo volador, pero no es ni siquiera remotamente parecido a un coche. Puede flotar sobre agua dulce o salada, pero la comodidad es la que es. Su centro de gravedad es muy bajo y el casco, hecho con fibra de vidrio y cloruro de polivinilo permiten salvar obstáculos de hasta 1,8 metros de altura. Se conduce con un joystick y se guía gracias a tres timones verticales. Puede moverse hasta con 270 kg en el interior de la cabina, incluyendo, claro, el peso del conductor y los pasajeros.