¿Imaginas acabar la carrera y empezar a trabajar a la NASA? Este es el camino que ha seguido Jordi Vila, un catalán que ya hace cinco años que trabaja para uno de los mayores organismos espaciales del mundo, la NASA, con solo 28 años.

Su curiosidad por entender cómo funcionan las cosas lo llevó a estudiar Ingeniería Superior de Telecomunicación al ETSETB (Escola Tècnica Superior d'Enginyeria de Telecomunicació de Barcelona), en la UPC. Durante la carrera, con un grupo de amigos llegaron a la fase final de un concurso internacional para desarrollar una aplicación y al poco tiempo la empresa que organizaba el concurso (ATOS) le ofreció trabajar a tiempo parcial en su sede de Barcelona. Posteriormente, en el 4º año de carrera decidió seguir su formación en la escuela de ingeniería aeronáutica en Toulouse (Francia), en el ISAE-SUPAERO.

Gracias a su persistencia y entusiasmo consiguió colaborar en un proyecto de la NASA, y ya hace 5 años que se quedó. Hoy por hoy, trabaja para mejorar a uno de cuyos proyectos se encarga, el BETSII, un telescopio en formato globo aeroestático.

Pero Jordi Vila no sólo dedica su tiempo en el trabajo: ha admitido que le gusta tocar el piano, hacer deporte y viajar; ya tiene pensado recorrer los 50 estados de los Estados Unidos antes de cumplir diez años de su llegada al país, en 2024.

-¿Sabía a qué se quería dedicar cuando era pequeño?

Quería ser astronauta, pero también me fascinan los caballos y he estado desde siempre muy vinculado a este mundo. Me gusta la música, los deportes, el campo y la naturaleza, y de pequeño durante un tiempo quería ser campesino. ¡Incluso tenía un huerto!

-¿Cómo acabó trabajando en la NASA?

Empecé a buscar proyectos a NASA, contactando por correo electrónico con varios investigadores del centro y explicándoles cómo podía colaborar en sus proyectos. Uno de los investigadores me ofreció un lugar en su grupo para realizar mi proyecto de fin de carrera. Durante los siguientes cuatro años, trabajé en el Balloon Experimental Twin Telescope for Infrared Interferometry (BETTII), el primer telescopio de doble interferómetro óptico lanzado con un globo estratosférico, un tipo de telescopio pionero con el cual podemos obtener mucho mejor resolución y que marcará el camino de futuros telescopios espaciales.

-Parece complicado entender el funcionamiento de proyectos espaciales ¿Para qué sirve el BETTII concretamente?

BETTII tiene como objetivo estudiar la composición química de las estrellas y estudiar la formación de sistemas estelares fuera del sistema solar. Entendiendo cómo se forman las estrellas podemos después entender cómo se pueden desarrollar sistemas planetarios a su alrededor que puedan desarrollar condiciones favorables a la vida.

Una vez acabado el proyecto final de carrera, a finales de 2014, me ofrecieron quedarme y no me lo pensé. Presenté la mía tesis por Skype y seguí trabajando en el proyecto. Entonces, mi función y responsabilidades dentro del proyecto se expandieron: empecé a trabajar en el diseño del sistema de control del telescopio. A lo largo de la duración del proyecto, formé y supervisé las prácticas de varios estudiantes de Master y Doctorado; la mayoría de los cuales eran catalanes y consiguieron la plaza gracias a convenios que he establecido entre los programas de intercambio de sus universidades y la NASA.

-¿Cuál es su función actualmente?

El principal objetivo de este telescopio es estudiar la formación de discos protoplanetarios, es decir, regiones similares a la Tierra que puedan contener vida en el espacio exterior, es decir, que tengan agua, hidrógeno, oxígeno... En este nuevo proyecto, soy el responsable del desarrollo del sistema eléctrico del telescopio, coordinando el trabajo de 30 ingenieros eléctricos, mecánicos y térmicos con la finalidad de garantizar el funcionamiento del telescopio. También gestiono los planes de acoplamiento del telescopio con los sistemas del avión, que está a una base de la NASA en California. La integración está prevista por finales de 2020.

Foto: Jordi Vila trabajando con el telescopio SOFÍA

-La NASA tiene renombre muy importante por todo el mundo. ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar para ellos?

Para mí, la sensación es de vivir en un sueño constante, el campus de tiene 40 edificios donde trabajan más de 10.000 personas. Es muy interesante estar en esta atmósfera. Por ejemplo está la sala de control del telescopio Hubble y también de muchos satélites ¡algunos incluso orbitando la Luna!

También hay salas de integración de satélites, o cámaras donde se simulan las condiciones en el espacio exterior (presión y temperatura) o se simula la vibración y el ruido durante el lanzamiento de un cohete. También es muy enriquecedor conocer a la gente del campus, por ejemplo, en mi pasillo está el premio Nobel de Física del 2006, John Mather. También he conocido a muchos astronautas a lo largo de estos 5 años y medio, incluyendo Buzz Aldrin, el segundo hombre al pisar la Luna.

-Finalmente, ¿fue como esperaba el lanzamiento del BETTII, el proyecto que monitorizaba?

En el 2017, lanzamos el Telescopio desde una base en Texas y operamos el telescopio y pudimos completar con éxito nuestras primeras observaciones. Después de eso, analicé los datos del vuelo y escribí artículos científicos, sobre el sistema de control que había desarrollado. Ahora estamos trabajando en una nueva versión de BETTII, más potente y con más precisión, aunque mi trabajo a NASA a tiempo completo es otro telescopio que volará en un avión de la NASA.

Foto: El telescopio BETTII, proyecto del cual se encarga Jordi Vila

-¿Qué ambiente se respira a una organización tan grande como la NASA?

Hay gente con mucha vocación po la ciencia, de la cual puedes aprender constantemente. Es un ambiente muy enriquecedor donde está la oportunidad de trabajar en proyectos que abastecen todos los campos de la ingeniería más puntera. Me costará tomar la decisión de salir algún día de aquí.

-¿Le gusta lo que hace? ¿O preferiría especializarse en otra cosa?

¡Me apasiona aquello que hago, pero tengo claro que quiero seguir explorando! Al fin y al cabo, desde los 23 años que estoy aquí y no tengo experiencias fuera del departamento de Astrofísica de la NASA. A largo plazo me gustaría crear mi propia empresa tecnológica internacional y promover el desarrollo social a través de la educación y de la tecnología.

-Volver a casa, cambiar de aires, quedarse...¿Qué tiene previsto hacer en un futuro? A corto y largo plazo. 

En cuanto a volver... Los Estados Unidos es un país con un entorno de emprendeduría y financiación muy favorables para desarrollar una start-up. Además, la estructura política y legal en ciertos estados de los Estados Unidos facilitan el tedioso proceso burocrático de crear una empresa. Por estos motivos, considero que quizás sería más fácil establecer primero una empresa en los Estados Unidos, adquirir el conocimiento y una base de clientes sólida para después poder expandir o trasladar esta empresa cerca de casa, con garantías.

Habiendo estudiado a España y Francia, y trabajado con muchos estudiantes en los Estados Unidos, sigo pensando que la formación técnica en los centros universitarios catalanes es de las mejores.

-¿Tiene otras pasiones? ¿Hobbies?

Uno de mis pasatiempos preferidos es pensar soluciones para problemas que observo en mi día a día y después, desarrollar algunas de estas ideas y convertirlas en prototipos y proyectos. Este proceso me permite, además, formarme en nuevas áreas de conocimiento. A los últimos 5 años he utilizado parte de mi tiempo libre a desarrollar algunos de estos proyectos. Actualmente estoy trabajando en el diseño de un pequeño sensor inteligente autónomo para detectar la contaminación de las ciudades en tiempo real. Ya he realizado los primeros tests, y en unos meses espero poder desplegar los sensores en un entorno exterior con tráfico de vehículos controlado, como por ejemplo el campus donde trabajo.

En mi tiempo libre me gusta socializar, colaboro con diferentes entidades relacionadas con la ciencia y la inclusión; desde principios de 2018 soy miembro de la Hispanic Advisory Committee for Employees (HACE), una asociación de Hispano-Americanos de la NASA. Como miembro de esta organización he dado charlas divulgativas a escuelas, ferias y congresos, intentando despertar el interés por la ciencia, entre los más jóvenes.

-Ha ganado una medalla de la NASA por su trayectoria en la agencia. ¿Cómo ha ocurrido?

Sí, hace pocos meses me informaron de que empleados del centro me habían nominado en la Early Career Public Achievement Medal, que es una medalla que la NASA mujer una vez al año a los trabajadores que llevan menos de 10 años a la agencia y que han contribuido sustancialmente a su disciplina de trabajo. Hace dos semanas me notificaron desde las oficinas centrales de la NASA que me lo habían otorgado.

Este año sólo han concedido 3 medallas de esta categoría entre los 80.000 empleados de la agencia. Habrá una ceremonia formal el 5 de septiembre donde el director general de NASA hará la entrega de medallas en el campus de NASA Goddard. Tengo previsto invitar a mi madre y mi abuela, de 89 años, desde Barcelona, para que puedan asistir.

Para saber más de Jordi Vila, puedes ver su presentación.