Por mucho que hayan bajado los carburantes –y en febrero, el gasóleo al menos, va a volver a subir- en la cesta de la compra no se nota la inflación de un solo dígito que se nos indica que existe. Los incrementos registrados por alimentos como el aceite, la leche o los cereales explican la situación y, para el segundo de ellos, llegan además malas noticias: su precio no bajará este año.

Mujer con vaso de leche
 

Los costes seguirán igual

Desde la industria, lo advierten: 2023 va a ser idéntico –o peor- a 2022 en lo que a costes se refiere. Desde la Federación Nacional de Industrias Lácteas, la patronal que reúne a los productores nacionales, ni siquiera descartan nuevas subidas: “no podemos decir si la subida de precios ha llegado a su tope. Lo que no prevemos es que caigan”, explica Luis Calabozo, el director general de la Federación.

Subida del 37%

El Instituto Nacional de Estadística indicaba en diciembre que la leche ha subido un 37% durante 2022. En el mismo período, la mantequilla subió un 42% y los yogures un 25%. El aceite de oliva, otro de los alimentos que más ha subido en 2022, incrementó su precio un 35% según el INE.

¿Por qué?

Desde la Federación, se indica que la leche partía en 2022 de precios muy bajos que, en una situación de incremento constante del precio de los carburantes o de los cereales, no podían mantenerse.  Los precios de la leche en origen (los que pagan la industria a los productores) han subido, según el Fondo de Garantía Agraria, un 62% y, además, la producción ha caído. Hoy un litro de leche UHT sale por 1 euro o más en la mayoría de supermercados, aunque es posible encontrar marcas blancas por noventa céntimos. Pese a esos precios, la patronal señala que la industria todavía pierde dinero. ¿Hasta qué precio subirá la leche en 2023?