Nadie duda que, si de energía hablamos, que en los paneles solares está, si no el futuro de todos, sí al menos parte del mismo. Hoy, tal y como están diseñados, incluyen colectores y células fotovoltaicas, pero ya hay quien trabaja para convertirlos en algo distinto: los paneles solares del futuro podrían ser transparentes.
¿Cómo funcionarían?
La base serían superficies de vidrio capaces de recolectar y usar la energía de la luz que, además, proporcionarían niveles variables de transparencia. La revolución que se anticipa, por tanto, es completa: con este tipo de mecanismos, cualquier ventana puede convertirse en una célucla fotovoltaica. En la Universidad Estatal de Michigan (MSU) ya trabajan en el desarrollo de concentradores solares transparentes que absorben longitudes de onda de luz infrarroja y ultravioleta no son visibles a simple vista para transformarlas en energía. En 2020, este equipo de técnicos especialistas logró ya lo que nadie imaginaba: un 100% de transparencia para el vidrio solar. Con ello, se abre la puerta a poder instalar paneles en cualquier parte y conseguir edificios con energía neta cero.
¿Algún inconveniente?
Sí: el equilibrio entre eficiencia y transparencia. Como más diáfano sea el panel, menos eficiente en producción energética y, por tanto, más útil para una ventana y menos como generador de energía. Los expertos siguen trabajando para mejorar este balance pero, de momento, descartan que este tipo de paneles pueda reemplazar a corto y medio plazo a los paneles que todos conocemos.