Meta, la compañía matriz de Facebook, Instagram, y WhatsApp, ha revelado un ambicioso plan: construir un cable submarino de fibra óptica que recorrerá más de 40,000 kilómetros para conectar continentes y mejorar la infraestructura de sus servicios digitales. Este proyecto, que haría de Meta el único propietario y usuario del cable, representa un paso significativo hacia la independencia y el control total sobre su conectividad global.
Un paso histórico: Meta y el cable transatlántico Anjana
Recientemente, Meta dio un indicio de sus planes cuando el cable transatlántico Anjana desembarcó en Santander, España. Este cable, diseñado para mejorar la conexión entre Europa y América, mide miles de kilómetros y ofrece velocidades impresionantes gracias a su avanzada tecnología de fibra óptica. Sin embargo, Anjana es solo una pequeña parte del plan global. Meta busca llevar esta idea al siguiente nivel con una red que conectará la costa este de Estados Unidos, Sudáfrica, India, Australia y regresará a la costa oeste estadounidense.
El proyecto global requerirá una inversión inicial estimada en 2,000 millones de dólares, pero los costos podrían superar los 10,000 millones antes de su finalización. Este movimiento, inspirado en proyectos similares de Google, coloca a Meta en una posición de liderazgo en la construcción de infraestructura digital estratégica.
Un cable para dominar la conectividad mundial
El diario TechCrunch destaca que Meta planea utilizar este cable exclusivamente para sus servicios, desde plataformas sociales hasta proyectos de inteligencia artificial que requieren altísima capacidad de datos. La exclusividad reducirá riesgos de ciberataques y garantizará la estabilidad de su red. Actualmente, Meta participa en 16 proyectos de cables submarinos compartidos con otras empresas, pero este será completamente suyo, un modelo que asegura control total y un nivel superior de eficiencia operativa.
El cable propuesto tendrá un diseño en forma de "W", conectando múltiples regiones estratégicas y proporcionando redundancia para mantener la conectividad incluso en caso de fallos locales. El despliegue global no solo reforzará las operaciones de Meta, sino que también le permitirá escalar nuevos servicios que dependen de transferencias de datos masivas.
Razones detrás del proyecto y su impacto futuro
Meta justifica este monumental esfuerzo en la necesidad de garantizar conectividad robusta para su creciente ecosistema digital. Desde las redes sociales hasta la realidad virtual, los servicios de Meta generan cantidades colosales de tráfico de datos. Además, el cable submarino apoyará sus iniciativas en inteligencia artificial, que dependen de una conectividad confiable y de alta velocidad.
En términos de mercado, este proyecto refuerza la posición de Meta como líder en infraestructura digital, un rol previamente dominado por gigantes como Google. Si bien el plan está en fases iniciales y se espera que los detalles completos se revelen en 2025, su impacto promete transformar la forma en que se gestiona la conectividad global.
Con esta iniciativa, Meta no solo asegura su futuro tecnológico, sino que redefine los estándares de la conectividad digital, marcando un antes y un después en la industria tecnológica. Este cable submarino no es solo un proyecto de infraestructura, es una declaración de intenciones para dominar la próxima era de la digitalización global.