¿Qué ocurre cuando el futuro de un producto no está claro? Muy sencillo: que sus ventas bajan. Eso, precisamente, es lo que le sucede al automóvil desde que hace cuatro años Bruselas redobló bríos a favor de la transición energética y empezó a redactar lo que, en su día, se consideró la sentencia a los vehículos con motor de combustión. La rúbrica a la misma se trazó sobre el papel en junio de 2022 aunque, después, se ha revelado como sólo relativa. ¿Qué impacto ha tenido? Para el sector del automóvil, sin duda negativo y, ahora, las cifras lo confirman: las ventas de coches nuevos en marzo han bajado en Europa un 5,2% respecto a las de hace un año. El dato lo facilita la Asociación Europea de Constructores de Automóviles.
Coches eléctricos
Mientras que en España la caída ha sido del 4,7%, en Alemania ha alcanzado el 6,2%. En Italia y Alemania, los descensos se quedaron en un 3,7 y un 1,5%. Son datos, todos ellos, globales pero, si se tiene en cuenta el tipo de motor que montan los vehículos que se venden, todo empeora para los apóstoles de la electrificación: las ventas de eléctricos en marzo cayeron en toda Europa un 11,3%. En Alemania, donde ya no se rebaja el precio de estos vehículos con ayudas estatales, la mengua en las ventas fue del 28,9%. ¿Qué se concluye? Pues que, sin subvenciones, el futuro del coche eléctrico en Europa no está nada claro. Y tanto da si los fabrica Volkswagen en sus plantas alemanas como si lo hace Chery en la Zona Franca.
Los híbridos mandan
Según los datos de ACEA, la tecnología dominante sigue siendo la hibridación no enchufable, que no solo creció un 12,6% en marzo sino que su cuota de mercado en el territorio europeo llega casi al 30%, subiendo casi 5 puntos frente al 2023. Por su parte, las matriculaciones de coches PHEV cayeron un 6,5% el mes pasado en Europa. En el acumulado, los HEV incrementan un 19,7% interanual, hasta las 801.315 unidades, mientras que los PHEV crecen un 7,5% interanual, llegando a matricularse 204.001 vehículos. Por último, los modelos de gasolina y diésel fueron los más afectados por la crisis general del mercado. En el tercer mes del año las ventas de gasolina disminuyeron un 10,2%, con reducciones notables en la mayoría de los mercados de la Unión Europea, mientras que la caída del mercado del diésel fue aún más acuciada, con un descenso del 18,5% en marzo.