La Generalitat, mediante su Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, lo tiene claro: quiere que active medidas correctoras en sus torres eléctricas para evitar la muerte de cigüeñas blancas. El cuerpo de Agentes Rurales levanta anualmente acta de unas 700 aves muertas por culpa de las líneas eléctricas, de las cuales más de 300 corresponden a cigüeñas blancas. Estas aves acostumbran a instalar nidos en torres de alta tensión.
Endesa es propietaria del 90% de la red catalana
Actualmente Endesa es propietaria del 90% de la red de distribución catalana y desde la Generalitat se acuerda de que estas aves están protegidas por directivas europeas, leyes estatales y por el Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada de Catalunya. Entre las medidas que el Gobierno pide activar figuran actuaciones encaminadas a Aislar el cableado o, incluso, soterrarlo. El problema es especialmente grave en la Catalunya central, una zona de paso para las aves durante sus migraciones. La solución más sencilla sería utilizar algún tipo de aislamiento para las líneas, dado que el soterramiento íntegro del cableado, a pesar de ser la mejor opción, implica cuantiosas inversiones que, si se activan, acabarían repercutiendo en las facturas de los usuarios.
Migraciones
Las cigüeñas blancas están en plena temporada de migración y actualmente están viajando desde el centro de Europa hasta el África, al sur del Sáhara. Durante el trayecto, descansan en puntos elevados, sobre todo en torres eléctricas, donde se electrocutan y mueren a causa del contacto con el cableado. Es habitual que mueran entre 15 y 20 ejemplares de golpe.