Como proteínas alternativas se definen todas las que proceden de productos que aspiran a sustituir los alimentos convencionales de origen animal como la carne, los huevos, la leche o el pescado. Entre estos productos figuran los sucedáneos vegetales de la carne o la leche, la carne cultivada a partir de células o, también, los insectos, las setas o las algas y las harinas desarrolladas a partir de estos. En Catalunya, 103 empresas se dedican a elaborar productos de este tipo.

 

900 empleados

Según el estudio, en las 103 empresas catalanas dedicadas a la proteína trabajan cerca de 1000 personas. El informe contempla tanto empresas dedicadas exclusivamente a los productos basados en proteína alternativa (alimentos de origen vegetal o insectos), como otros del sector cárnico o lácteo con líneas de productos vegetales, aparte de las especializadas en ingredientes para la mejora del sabor, el aroma y la textura de los alimentos; o en los suplementos, entre otros. El 36,9% de las compañías del sector tiene menos de 10 años y el 68% son pymes. El 70% de las 103 empresas censadas exporta sus productos.

Casi 270 millones de facturación

Este centenar largo de empresas factura 269 millones de euros el año según un estudio que la Generalitat elaboró en 2023. Para la administración autonómica, el de las proteínas alternativas es un "sector estratégico con grandes perspectivas de crecimiento" que podría llegar a generar en todo el mundo un volumen de negocio equivalente al trillón de dólares en 2040. Las ventas mundiales de estos productos han pasado de representar 21.000 millones de dólares en 2017 a a suponer más de 27.000 millones en todo el orbe en 2022. Éxitos como el de Fuah!, el sustituto vegetal español del foie convencional, lo evidencian.