Los anglicismos y tecnicismos invaden nuestras oficinas y así lo demuestra un estudio de Preply, plataforma de idiomas online. Cada día usamos una media de doce anglicismos en la oficina.

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Los hombres y los jóvenes de 16 a 24 años, los que más los usan

Según el estudio, en las oficinas españolas se usan unos 12 anglicismos cada día. Concretamente, más de la mitad de los españoles (52%). El 28 % de los encuestados emplea más de 10 al día y el 14% se conforma con entre 1 y 5. Solo el 2% afirma no utilizar ninguno. Los hombres, con una media de 13 diarios, usan más que las mujeres, a quienes les basta con 12. Por franjas de edad, el 28% de los encuestados de 16 a 24 años emplea de 11 a 20 al día, y un 14% de ellos supera la veintena. Los mayores de 55 son los que menos utilizan: 9. Los de 25 a 34 años emplean 13 diarios, los de 34 a 44 años, 12, y los de 45 a 54 años, también una docena.

¿Cuáles son los anglicismos laborales más populares en España?

“Chat” es el término inglés más conocido, ya que su uso está también vinculado a redes sociales y aplicaciones que llevan años conviviendo con la sociedad. Le siguen de cerca “feedback” (54%) y “team” (53%). Según revelan los datos del estudio, el 43% cree que estos términos son necesarios y ayudan a la comunicación. Además, 4 de cada 10 españoles se sienten cómodos usándolos. Sin embargo, las cifras también establecen que el 37% de trabajadores se encuentra en su rutina con palabras de las que no conoce su verdadero significado y un 40% piensa que deberíamos utilizar un sinónimo en español en caso de que este exista.

 “De los datos podemos deducir claramente que los anglicismos se han extendido en los lugares de trabajo. Además, las generaciones más jóvenes muestran un mayor índice de uso, lo que parece indicar que esta tendencia no se va a ralentizar en el corto plazo. Aunque los anglicismos tienen un gran valor para unir a los trabajadores multilingües y se pueden emplear para demostrar experiencia, sofisticación o, incluso, para bromear y conectar con los compañeros, también tienen sus trampas. Quienes no entienden los anglicismos pueden sentirse excluidos, provocando divisiones —conscientes o inconscientes— entre equipos, culturas y la población en general”, señala Sylvia Johnson, directora de Metodología de Preply.  La encuesta se realizó a finales de junio entre 1.018 empleados de empresas españolas.