Bill Gates lo advertía hace unos días: la única tecnología verdaderamente disruptiva que se ha dado un paso de gigante en los últimos años es la IA y, por eso, a nadie debe extrañarle que Microsoft haya decidido asociarse con OpenAI para, explican, acelerar los avances en este ámbito. La cifra que manejan no es cualquier cosa: 9.300 millones de euros. Es, en concreto, diez veces más que lo invertido hasta la fecha.

 

Confirmado en una nota de prensa

La compañía ha anunciado esta semana que el acuerdo será plurianual y pretende “garantizar” que los avances en inteligencia artificial “se compartan ampliamente en el mundo”. No es, además, la primera inversión que Microsoft realiza en OpenAI ya que, de hecho, no es más que una reedición (con diez veces más fondos) del acuerdo que suscribieron ambas firmas en 2019 y que amparó inversiones durante aquel ejercicio y los dos siguientes. El convenio permitirá ahora a Microsoft introducir los modelos de OpenAI en sus productos para el mercado empresarial, que incluye ya el servicio Azure OpenAI, diseñado para que los desarrolladores puedan crear aplicaciones de IA a partir de modelos Open AI.

Van en serio

Aunque todavía no se ha confirmado, la cifra que Microsoft considera destinar a este proyecto alcanza los 9.300 millones de euros. Multiplica por diez los 931 millones que invirtió en OpenAI en 2019 para facilitarle la capacidad de computación en nube de la que precisaba. Ahora, el objetivo de Microsoft es “construir sistemas y productos de IA que sean confiables y seguros”. Aquí llegados, conviene recordar de nuevo lo dicho por Bill Gates: la inteligencia artificial es, al tiempo, tan prometedora y tan peligrosa como lo fue en su día la energía nuclear.