Durante el último año, y cada vez de manera creciente, el mundo de la tecnología está centrando una parte importante de sus esfuerzos e inversiones en conseguir el llamado modo oscuro para sus sistemas operativos, sus aplicaciones y sus herramientas. No hay semana en la que no se anuncie que una determinada compañía tiene previsto sacar al mercado algún producto que cuente con el Modo oscuro, ya sea para el ordenador, el móvil o la tablet.
Durante más de tres décadas nos han acostumbrado a manejar pantallas con fondos blancos y textos oscuros. Pero ahora parece que se ha impuesto una carrera para que, poco a poco, los tonos se reviertan y que así los que brillen sean los textos sobre fondos más sombríos.
En el último mes, Facebook y Google han anunciado que tanto la aplicación Messenger del primero, como el navegador Chrome del segundo, introduciran la posibilidad de usar el Modo oscuro. Pero no son los únicos gigantes tecnológicos, ni mucho menos, que apuestan por ello. De hecho, el próximo 3 de junio se prevé que cuando Apple presente iOS 13, la renovada versión de su sistema operativo móvil, también lo incluya entre sus novedades.
Las razones del modo oscuro
Más allá de que se trata de una de tantas tendencias que se van dando con el tiempo en el sector, la progresiva llegada del Modo oscuro se debe según los expertos en que resulta beneficiosos en dos aspectos. Por una parte, porque es mejor para la salud de nuestros ojos y, por otra, porque ayudaría a extender la vida útil de la batería de los dispositivos que utilizamos a diario.
Pese a todo, las evidencias de que vaya a resultar mejor para la vista no están del todo claras para quienes se dedican al análisis de las novedades del sector. Supuestamente el Modo oscuro reduciría la fatiga visual e incluso se habla de una mejor legibilidad de los textos, pero aunque se piensa que podría ayudar en estos aspectos, aún no está lo suficientemente testado como para tomarse como algo tan cierto como probado.
¿Gustará?
Lo cierto es que en los últimos años determinadas herramientas utilizadas por científicos, arquitectos y músicos, por poner algunos ejemplos, han ido cambiando hacia interfaces más oscuras y, en general, el grado de satisfacción mostrado por estos es significativo. Recientemente, Apple dotó a Mojave –la última versión de su sistema operativo macOS para ordenadores– de la opción de que el usuario escogiera el Modo oscuro, si bien no se conocen aún estadísticas sobre qué porcentaje ha decidido dar el paso hacia esta nueva funcionalidad.
Asimismo, no existe tampoco un consenso en el sector de una tonalidad estándar para que los diferentes fabricantes de software doten a sus herramientas de un mismo color para el Modo oscuro. Esto hará que según cómo sea el que proponga cada compañía, producirá un efecto distinto en los usuarios.
Por otra parte, cada persona es un mundo y normalmente no solenos recibir todos con el mismo grado de satisfacción los cambios radicales en nuestros entornos tecnológicos, por lo que aún habrá que ver cómo nos sienta la progresiva introducción del Modo oscuro y si al final llegará para quedarse o se convertirá en una opción residual para un pequeño porcentaje de los usuarios de tecnología. Será el paso del tiempo el que dicte sentencia, pero lo que es seguro es que la llegad del Modo oscuro es imparable y que vamos a oír hablar de él aún más en los próximos meses.