A Elon Musk, al menos desde que hizo efectiva la compra de Twitter y puso a trabajar en serio a sus empleados, parece que se le quiere convertir en el malo oficial de estas postrimerías de 2022 y, por eso, a nadie debe extrañarle que aparezcan noticias de todo tipo sobre su figura y que se magnifiquen sus declaraciones. Ahora, dentro de ese contexto, se especula a partir de unas palabras suyas con la posibilidad de que en un inconcreto futuro a medio plazo lance su propio teléfono móvil, ya que intuye que Google y Apple (los que cortan el bacalao, a Meta parece que no los considera) acabarán vetando a Twitter en sus tiendas de aplicaciones del mismo modo que hicieron con otras redes sociales como Parler, la red social preferida de Trump y sus partidarios y que en octubre compró Kayne West.
Libertad de expresión
Musk aspira, y lo ha repetido en diferentes ocasiones, a que Twitter se convierta en un “espacio de libertad”, aunque sus detractores (entre los que se encuentran los máximos responsables de Google y Apple) indican que eso equivale a que en Twitter se puede decir ahora cualquier cosa excepto aquello que ofende a Musk. Ante las bravatas de unos y otros, Musk redobla su apuesta e indica que no hay problema y que, si fuera necesario, podría desarrollar su propio teléfono del mismo modo que ha desarrollado los coches Tesla o los cohetes de Space X. De hecho, desde finales de 2021 se habla ya de la posibilidad que Tesla lance un teléfono propio, el Pi Phone, que ofrecería cobertura vía satélite en cualquier parte del planeta y estaría hasta preparado, si fuera menester, para funcionar en Marte, que para eso tiene Musk una red propia de satélites de telecomunicaciones llamada Starlink. El nuevo móvil podría funcionar, si se acaba fabricando, con energía solar.
Parler y otras alternativas
Kayne West, que vio vetadas sus cuentas en Instagram y Twitter por publicar contenido considerado como fuera de la corrección política decidió también salilrse por la tangente y por eso compró Parler, la misma red a la que en su día migraron muchos seguidores de Donald Trump (y el propio Trump) después de que, tras las elecciones que ganó Biden, algunos de elleos cuestionasen el resultado y se considerasen sus publicaciones como “incitadoras de odio”. Trump anda ahora enamorado de otra red social llamada Truth Social, red lanzada por él mismo a través del Trump Media&TCHNOLOGY Group, West -que mantiene una relación cordial con Musk - compra Parler y Musk anuncia que, si se veta a Twitter de las tiendas de aplicaciones de Google y Apple, sabrá cómo solucionarlo. Mientras, quienes hoy imponen su ley en las redes, intentan convencernos de que cualquier cambio en el estado de las cosas es una amenaza para nuestra libertad, pero eso habría que verlo porque, de momento, lo único cierto es que los cambios en curso son amenazas a una estabilidad en la que, precisamente, Google, Amazon y Apple son quienes mandan. ¿Nos beneficiará la marejada a los usuarios? Hay quien dice que si dos elefantes de pelean, pierde la hierba, pero otros creemos que lo malo conocido no tiene porque ser peor que lo que quede por conocer. En todo caso, será igual, pero lo único cierto hasta ahora es que Musk está recuperando muchos perfiles suspendidos en Twitter.