Se cumple medio siglo de la llegada del hombre a la Luna y muchas cosas han cambiado con el paso de los años. La NASA ya mira otros horizontes, como llegar a Marte el año 2024, aunque también trabaja en muchos otros proyectos. Por este motivo es necesario contar con expertos y científicos de todo el mundo. No podía faltar, pues, representación catalana. Hay ingenieros que ja trabajan , como Jordi Vila. Otros, como Miquel Belda, esperan llegar a hacer-lo.
Miquel Belda, el futuro
Miquel Belda Vall es un enamorado de las máquinas. Desde pequeño le han apasionado, y ahora con 16 años sabe que quiere ser ingeniero, aunque todavía no sabe exactamente hacia qué rama. Debe ser también, que el hecho de que su familia les guste mucho los números y la ciencia haya influido. Sea como sea, esta ha sido la motivación del joven de Ripoll para presentarse a un concurso de la embajada de los Estados Unidos en Madrid para celebrar los cincuenta años de la llegada del hombre a la Luna.
De 712 participantes en todo el estado español, solo siete jóvenes han sido escogidos para participar en un campus en los Estados Unidos este agosto por ni más ni menos que la NASA. Miquel era consciente de que las posibilidades para salir seleccionado, como dice él, eran remotas. Sin embargo, se emocionó mucho cuando, después de dos meses, se enteró de que había sido escogido y que, por lo tanto, tenía que prepararse las maletas para una experiencia única.
Generalmente recomiendan no hacerse grandes expectativas ante grandes acontecimientos, pero ha sido inevitable que el ripollés se imagine esta experiencia como una gran oportunidad para saber si finalmente se quiere dedicar en el mundo espacial.
Durante una semana, del 3 en el 11 de agosto, Miquel y otros chicos de entre 15 y 17 años vivirán al Advanced Space Academy en Huntsville (Alabama), donde realizarán varias actividades como las que aparecen al documental de NETFLIX, The Mars Generation. Algunas de las pruebas que los adolescentes tendrán que hacer durante la estancia en el Space Camp son el lanzamiento de un huevo metros arriba y observar cómo no se rompe o inmersiones bajo el agua.
Jordi Vila, el presente
Jordi Vila es un joven catalán de Osona que a su página web se define como "un curioso ingeniero a quién le encanta viajar y conocer gente nueva". Hace cinco años que empezó a trabajar a la División Astrofísica de la NASA Goddard Space Flight Center como ingeniero de sistemas.
El osonense ha estado trabajando en varias misiones: el BETTII, un telescopio en forma de globo estratosférico, y el HIRMES, una herramienta para analizar espectros de frecuencias. Y todo eso gracias a su potente trayectoria aunque solo tenga 28 años. De la UPC a la Universidad Aeronáutica ISAE-Superaero en Tolouse (Francia), con 23 años quiso acabar su trabajo de final de grado a la NASA y lo consiguió.
Actualmente vive en Washington, D.C., ejerciendo funciones de desarrollo del BETTII y haciendo de mentor de diversos internos y estudiantes graduados. Aunque no tiene muy claro todavía su futuro, le gustaría también experimentar en alguna empresa privada del sector aeronáutico o de las telecomunicaciones, como las que se encuentran en Silicon Valley.