La  radiación cósmica es perjudicial para el ser humano y aunque en la Tierra la atmósfera nos protege de ella, fuera no hay nada que nos preserve de sus efectos. Por eso, la NASA trabaja ya en la creación de un escudo  para desviarla como paso previo a la creación de una base permanente en la Luna en 2026 y de eventuales vuelos a Marte.

Marte

En 2026, base lunar 

Estados Unidos planea que su primera base permanente en la Luna estará lista en 2026 y China, su principal competidor en esta nueva etapa de la Carrera Espacial, asegura que puede tener una instalación similar lista en 2027. Ambas bases son un paso previo para la conquista de Marte y, dado que van a implicar la permanencia de humanos en la Luna durante mucho tiempo, el escudo antirradiación es imprescindible. De hecho, se sabe ya que Scott Kelly, que pasó un año en la Estación Espacial Internacional, perdió mas muscular y vio reducido el tamaño de su corazón. Además, sufrió descalcificación en los huesos y su sistema inmunológico se alteró. La radiación y la ausencia de gravedad tuvieron la culpa.

Una misión de cuatro años

Viajar hasta Marte costará 9 meses por trayecto y, si tenemos claro que queremos convertirnos en una especie interplanetaria y colonizar Marte y la Luna, el escudo antirradiación será necesario, porque el ser humano sólo puede permanecer fuera de la Tierra cuatro años sin que la radiación solar le perjudique de manera irreversible. El escudo que se ha planificado para instalarlo en el exterior de las naves que viajarían a Marte incluye bobinas magnéticas ligeras y desplegables que crean un campo que desvía la radiación espacial y mantiene a los astronautas a salvo. En una base lunar o marciana, el dispositivo sería más complejo, pero funcionaría con el mismo principio. El objetivo es que este tipo de instalaciones, que se denominan CREW HaT lleguen a desviar hasta un 50% de los rayos cósmicos dañinos para el ser humano