El 18 de febrero de 2025, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), perteneciente al Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, actualizó las probabilidades de impacto del asteroide 2024 YR4 contra la Tierra para el 22 de diciembre de 2032. En esta actualización, la probabilidad de colisión se incrementó del 2,6% al 3,1%. Simultáneamente, la Agencia Espacial Europea (ESA) ajustó su estimación al 2,8%. Estas cifras, aunque aún bajas, representaron un aumento significativo en comparación con evaluaciones anteriores, lo que generó una oleada de atención mediática y preocupación pública.
El asteroide 2024 YR4, descubierto el 27 de diciembre de 2024 por el sistema ATLAS en Chile, tiene un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros. Un impacto de un objeto de este tamaño podría causar daños considerables a nivel regional, similar al evento de Tunguska en 1908, que devastó aproximadamente 2.000 kilómetros cuadrados de bosque en Siberia.
Nuevos cambios en la probabilidad por parte de la NASA
Apenas un día después de la actualización inicial, el 19 de febrero de 2025, la NASA revisó nuevamente sus cálculos, reduciendo la probabilidad de impacto al 1,5%. Esta rápida modificación en las estimaciones pone de manifiesto la naturaleza dinámica y compleja de las predicciones orbitales de asteroides. Las variaciones en los datos observacionales, la influencia de factores gravitacionales y las limitaciones en la precisión de las mediciones contribuyen a estas fluctuaciones en las probabilidades de impacto.
La ESA también señaló que, aunque inicialmente las probabilidades pueden parecer alarmantes, es común que estas disminuyan a medida que se recopila más información y se refinan los modelos orbitales. Este fenómeno se ha observado en casos anteriores, como el del asteroide Apofis en 2004, donde las estimaciones iniciales de impacto se redujeron drásticamente con el tiempo.
Qué se debe conocer sobre el posible impacto
A pesar de las fluctuaciones en las estimaciones, es crucial contextualizar las probabilidades de impacto. Una probabilidad del 1,5% implica una posibilidad del 98,5% de que el asteroide no colisione con la Tierra. Además, las agencias espaciales continúan monitoreando de cerca la trayectoria de 2024 YR4 y actualizando sus predicciones conforme se dispone de nuevos datos. La comunidad científica enfatiza que, aunque es esencial estar preparados y mantener una vigilancia constante, no hay motivos para alarmarse prematuramente.
En definitiva, las variaciones en las estimaciones de impacto del asteroide 2024 YR4 reflejan la complejidad inherente al seguimiento y predicción de objetos cercanos a la Tierra. La colaboración internacional y la mejora continua en las técnicas de observación son fundamentales para proporcionar evaluaciones precisas y tranquilizar al público sobre los riesgos reales asociados con estos cuerpos celestes.