La naviera Maersk, uno de los grandes la logística mundial, quiere invertir en España para producir su propio carburante verde, el e-metanol. Este compuesto, resultado de un proceso químico desarrollado a partir de hidrógeno verde, compite hoy con el amoníaco en la lucha por convertirse en el sustituto del gasóleo o el keroseno en los grandes medios de transporte. De momento, planean plantas en Galicia y Andalucía con capacidad para producir hasta dos millones de toneladas de metanol que generarían más de 4.000 puestos de trabajo.

Maersk

10.000 millones de inversión

Según datos facilitados por el Gobierno de España, el proyecto comportaría una inversión total de 10.000 millones de euros ya los 4.000 empleos directos que se generarían hay que añadirle 40.000 más indirectos. Maersk es un gigante mundial con 1.700 trabajadores con bases en doce puertos de todo el mundo. Cada año, su flota consume 10 millones de toneladas de gasóleo y quieren poner fin a ese dispendio: para ello, han fijado 2040 como año para la descarbonización de la empresa y tienen encargados ya 19 buques que funcionarán con e-metanol, pero no encuentran proveedores de este combustible. Por eso, han optado por fabricarlo ellos y España es el país que escogen para activar sus operaciones. De los veinte millones de toneladas de e-metanol que van a necestar cada año, quieren producir directamente un 60% como mínimo.

En marcha en 2025

Los primeros litros de e-metanol deben empezar a producirse antes de 2025, año para el que esperan alcanzar la cifra de 200.000 toneladas. De ahí a 2027, se fijan el objetivo de producir un millón de toneladas al año y lo harán desde cinco bases repartidas por todo el planeta: una estará en El Cairo y, otras dos, en Galicia y en Andalucía. Las ubicacioes del resto se desconocen. Desde la Moncloa se ha indicado ya que Maersk recibirá fondos europeos. El desafío, ahora, es conseguir activar las infraestructuras de producción de hidrógeno verde que se necesitan para que Maersk produzca e-metanol en España. Sin duda, van a hacer falta muchos más parques solares y eólicos, porque de ahí sale el hidrógeno verde. ¿Podremos vencer la previsible oposición de las organizaciones ecologistas?