En Red Eléctrica, lo tienen claro: España necesita más infraestructuras de almacenamiento energético porque sin ellas no habrá forma de integrar con eficiencia los sistemas de producción de energía renovable en el sistema y, lo que es mucho peor, no se podrán garantizar ni la estabilidad ni la seguridad del suministro.
Mucho potencial, poca concreción
El potencial de la península para convertirse en líder europeo en producción de energía renovable es muy amplio gracias, principalmente, a los sistemas solares y eólicos, pero el desmantelamiento de la red de centrales térmicas de carbón y el cierre previsto de las nucleares eliminan del sistema dos elementos clave que aseguran disponibilidad constante de energía. Al ser los dispositivos solares y los eólicos sistemas de producción intermitentes condicionados por la meteorología, las infraestructuras de almacenamiento son imprescindibles. A juicio de Red Eléctrica de España ni tenemos los suficientes ni se han planificado los que se van a precisar cuando las centrales nucleares –térmicas de carbón casi ya no quedan- cierren como el Gobierno pretende. Sin infraestructuras de almacenamiento, el único elemento que podremos utilizar para garantizar el suministro son las centrales de ciclo combinado, que funcionan con gas. Y el gas, mientras no activemos la explotación de los yacimientos que existen en nuestro territorio, viene de muy lejos. Y ese muy lejos, además, se ubica en regiones que no se caracterizan precisamente por su estabilidad política.
Fuego amigo
Quien reclama más infraestructuras de almacenamiento no es alguien lejano al PSOE, ya que hablamos de Beatriz Corredor, presidenta desde 2020 de Red Eléctrica de España y ministra de Vivenda entre 2008 y 2010 de un Ejecutivo que lideró José Luis Rodríguez Zapatero. Los sistemas de almacenamiento, explica Corredor, son lo que nos permitirá no perder la energía renovable que se genera “cuando la demanda no la necesita”.
¿De qué infraestructuras hablamos?
Una de las más sencillas de habilitar son las centrales de bombeo, que son centrales hidroeléctricas asociadas a dos embalses en las que el agua contenida en la cota más baja puede ser elevada al embalse superior mediante bombas activadas con energía captada en horas valle. Después, en picos de demanda, el agua se hace bajar a la cota inferior para generar energía. Para Corredor, es imprescindible “reforzar el sistema” con equipamientos de este tipo. No es, además, la única: Raúl García, director de la Asociación Española de Almacenamiento, recuerda que, en un momento en el que tenemos instalada “más potencia eólica y fotovoltaica que la que podemos consumir” perderemos energía y dinero sin esas infraestructuras.