En verano, casi todos salimos más, viajamos y, en definitiva, consumimos a otro ritmo que durante el resto del año. Por ello, la época veraniega se convierte en un momento perfecto para que una pequeña empresa del sector comercial u hostelero se plantee activar un sistema de recogida y tratamiento de datos para conocer quién, cuándo, cómo y por qué hace uso de sus servicios o compra sus productos y, a partir de ese conocimiento, plantear estrategias de optimización de la actividad. Con todo, para que el despliegue de herramientas que permitan recopilar y analizar esos datos no sea un fracaso, conviene seguir una serie de normas. Desde StoresACE, plataforma web especializada en la gestión multi-tienda que permite controlar todas las cuestiones operativas de forma sencilla e integrada, nos explican cómo hacerlo.

 

Crear cultura tecnológica y objetivos claros

Es fundamental crear una cultura receptiva y adaptada a las nuevas tecnologías para que los trabajadores puedan evolucionar con la empresa, dado que la cultura de la empresa debe ser más abierta y aceptar mejor las tecnologías digitales para que funcionen el avance y transformación tecnológica. También es imprescindible definir qué datos son relevantes y qué se quiere lograr al recopilar y analizarlos. Esto puede incluir objetivos como mejorar la eficiencia operativa, aumentar las ventas o comprender mejor las preferencias de los clientes.

Implementar sistemas de gestión de datos adecuados, tomar decisiones y evaluar

Las herramientas y tecnologías que se vayan a utilizar deben facilitar la recopilación, almacenamiento y el  análisis de los datos que se recopilan. Contar con plataformas puede ayudar a la mejora de muchos procesos como la gestión de inventario, la contabilidad y la nómina. También puede ayudar a las empresas a optimizar su cadena de suministro y mejorar la gestión de los proveedores. Los conocimientos que se extraen de los datos deben servir para tomar decisiones informadas como ajustar estrategias de marketing, mejorar la gestión de inventario, personalizar ofertas o adaptar productos según las preferencias de los clientes. A partir de los datos de que se dispone, hay que analizar resultados y evaluar la efectividad de las estrategias y acciones que se acometen. Es imprescindible siempre realizar ajustes y mejoras según sea necesario para optimizar los resultados.