Las estafas vía WhatsApp son cada vez más numerosas y los métodos varían mes tras mes. El último se perpetra mediante una llamada telefónica -o un mensaje de voz- dirigido a la víctima conb el objetivo de que ésta incluya al estafador en su lista de contactos. En Whatsapp, como en cualquier otro entorno cibernético, hay riesgos, pero esta circunstancia, conviene tenerlo en cuenta, no debe llevar a delirantes excesos como el de Nicolás Maduro, que anda desinstalándose en público la aplicación para, dice él, dar ejemplo. Su intención, no hay que olvidarlo, no es combatir el cibercrimen, es hurtar a sus opositores la posibilidad de comunicarse de manera eficaz y gratuita.
¿Cómo funciona?
El sistema es sencillo y lo detalla en Twitter (hoy ya X, a todos los efectos) @soy_criminologo, usuario especializado en alertar sobre intentos de estafa cibernéticos. Todo se inicia con una llamada de voz en la que el ciberdelincuente solicita ser agregado a la lista de contactos de Whatsapp de la víctima. El motivo siempre es una urgencia ante la que no se puede esperar. Después, todo transcurre como habitualmente acontecen este tipo de estafas: el ciberdelincuente entabla una conversación con la víctima por escrito y le solicita todo tipo de datos personales. Incluso, puede llegar a robar la cuenta de Whatsapp de la víctima. Si los ciberdelincuentes dan un paso más allá y utilizan tecnologías de clonación de voz para suplantar a conocidos de las víctimas, el timo puede convertirse en algo mucho más peligroso y difícil de detectar.
¿Qué hacer?
Lo habitual: ante cualquier duda, hay que bloquear cualquier número desconocido desde el que llegue un mensaje. También, por supuesto, hay que tener en cuenta que nada que parezca demasiado bueno para ser real suele ser cierto. Al tiempo, no está de más recordar que la información sensible (dirección, DNI o datos bancarios) nunca debe facilitarse a desconocidos. También, en la medida de lo posible, hay que evitar ser incluido en un grupo de Whatsapp al que no hayamos solicitado unirnos.