Según un reciente estudio elaborado por las empresa de ciberseguridad Kaspersky, los niños españoles acostumbran a disponer de su primer teléfono móvil entre los ocho y los doce años. La compañía, más allá de este dato, considera que lo relevante no es la edad, sino el uso que el menor le da al teléfono y, así, acaba de activar un programa denominado Familia Segura mediante el que quiere fomentar un uso responsable.
¿En qué consiste?
El programa acerca a los usuarios más jóvenes de la telefonía móvil conceptos como privacidad, contraseña o ciberacoso y recuerda que los padres son siempre el ejemplo que los pequeños siguen a la hora de articular sus patrones de uso. Hay, apuntan desde Kaspersky, una relación directa entre el tiempo diario de uso del móvil por parte de un menor y el tiempo que sus padres invierten en él. Un dispositivo jamás puede convertirse en el sustituto de una relación afectiva sana.
Consejos para un buen uso
El programa anima a las familias a activar una serie de buenas prácticas como, por ejemplo el control diario del tiempo que se dedica al móvil, la formación en seguridad informática o el desarrollo de actividades online conjuntas. Sobre el ciberacoso, adelantan que es necesario recordar a los menores que existe y estar siempre atento a potenciales situaciones de riesgo. Es clave, por ejemplo, cultivar una relación de confianza entre padres e hijos para proceder con diligencia cuando se da una situación de suplantación de identidad digital, engatusamiento cibernético por parte de acosadores pedófilos o publicación por parte de terceros de contenidos que pueden humillar a un menor. Con todo, lo fundamental es crear espacios compartidos de confianza también en el mundo digital.