En Italia lo tienen claro: si OpenAI quiere operar en el país transalpino, va a tener que explicar de manera diáfana cómo procesa los datos que recoge de los usuarios cada vez que se emplea la herramienta; tendrá que garantizar en todo momento que los usuarios pueden acceder, corregir y eliminar esos datos recogidos por ChatGPT y, por supuesto, tendrá que incluir un sistema de verificación de edad para filtrar a los menores. Esas son las reglas en Italia y, también, podrían serlo en breve en España: la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) acaba de abrir una investigación formal a OpenAI.

 

 

¿Incumplimientos?

La AEPD, que sospecha que los incumplimientos de OpenAI pueden ser múltiples, solicitó al Comité Europeo de Protección de Datos que ChatGPT fuera uno de los protagonistas del pleno que dicho organismo ha celebrado este 13 de abril. En la sesión, los asistentes  manifestaron la preocupación que les genera el “importante impacto” de ChatGPT sobre “los derechos de las personas” y, por ello, se ha acordado activar un “grupo de trabajo” para canalizar medidas. En España, de momento, no se ha prohibido la actividad de OpenAI y su herramienta, pero es cuestión de tiempo que lo que se exige ya en Italia se pida en el resto de países miembros del Comité.

Control

De momento, ChatGPT no es Skynet, pero la contundencia cierta con la que responde cuando se le explica que lo que dice no es cierto, aconseja poner –esta vez sí- puertas al campo. A mí, sin ir más lejos, hasta me ha discutido que en el pueblo de mi abuela (Matabuena, Palencia) vivan según el INE, 9 personas e insiste una y otra vez en decir que el citado Instituto decía (algo que nunca ha dicho) que en 2020 vivían allí 13. Sin duda, mi abuela estaría contenta, porque siempre es mejor una mentira amable que la realidad en crudo pero, sobre ChatGPT, habría que empezar a hablar ya un poco más en serio: si la herramienta que va a cambiar el mundo ni siquiera es capaz de consultar la web del INE antes de soltar tonterías, está claro que Terminator va a seguir siendo sólo una película durante muchos años. La verdad, Siri era mucho más simpática y, cuando no sabía algo, te enseñaba enlaces para que lo descubrieras tú.