El ozono es un gas incoloro e invisible que, acumulado en la capa de la estratosfera situada entre los 15 y los 50 km de altitud, absorbe entre el 97 y el 99 de la radiación ultravioleta que nos llega del sol. Durante la pandemia, se utilizó intensamente para higienizar superficies y desinfectar espacios, pero cuando se concentra en la troposfera puede tener efectos negativos para el ser humano como irritaciones en la faringe y los ojos, dificultades respiratorias y disminución del rendimiento.

ozono

¿Cómo se forma?

El ozono troposférico se forma cuando la radiación solar y las altas temperaturas se combinan con determinados contaminantes (óxidos de nitrógeno y compuestos volátiles) y provoca, a partir de determinadas concentraciones que miden las administraciones competentes, irritación de mucosas y dificultades serias a grupos de riesgo como los enfermos cardiacos, las embarazadas, los bebés y niños en edad preescolar y quienes sufren enfermedades del aparato respiratorio. De igual modo, el ozono troposférico perjudica al medio ambiente, y puede llegar a tener efectos corrosivos sobre la vegetación.

Campaña de control

La época en la que el ozono se concentra en la troposfera comienza ahora y finaliza a mediados de septiembre y, por ello, desde la Generalitat se han activado diferentes sistemas de medición como la aplicación móvil AireCat o el sistema de avisos por contaminación atmosférica. En otras CCAA se activan dispositivos de control y avisos similares. Con todo, lo único que se puede hacer para evitar verse afectado por el ozono troposférico, si se forma parte de alguno de los grupos de riesgo, es restringir durante el verano y de 10.00 a 16.00 h (hora solar) los esfuerzos físicos no usuales de larga duración en el exterior que puedan provocar fatiga. Después de las alergias primaverales, llega el ozono.