Recientes trabajos arqueológicos de control en el desarrollo de unas obras en Tàrrega, la capital del Urgell, han permitido localizar restos de huesos pertenecientes a dos inhumaciones de la necrópolis medieval judía de las Roquetes y documentada en el municipio. Hasta el momento, se ha confirmado la localización de restos óseos correspondientes a dos entierros en fosas individuales y se espera que durante los trabajos en curso se puedan localizar más. Gracias al hallazgo, se podrá ampliar la investigación historiográfica existente sobre la necrópolis judía targarina, uno de los dos únicos testimonios de pogromos en el territorio de la antigua Corona de Aragón.

expo6 11994

 

Pogromo

En la primera excavación en las Roquetes, llevada a cabo el año 2007, se localizaron un total de 182 enterramientos individuales y 69 individuos enterrados en 6 fosas comunes. La mayoría de ellos presentaban claros indicios de violencia, hecho que permitió identificarlos como víctimas de la matanza que sufrió judería judía de Tàrrega en 1348, en pleno episodio de peste negra en Europa y a manos de otros vecinos de la ciuda. Algunas piezas recuperadas en las Roquetes forman parte actualmente de la exposición permanente 'Tragedia en la Judería - Tàrrega 1348', que la capital del Urgell inauguró en 2014. 

7c289016 be30 4555 954c 99f6b3826631

 

Vestigio único

Las fosas comunes del yacimiento de las Roquetes de Tàrrega son los únicos testigos|testimonios de pogromos contra judíos durante la edad media localizados en Catalunya. Fuera de Catalunya y en el territorio de la entonces Corona de Aragón únicamente se ha documentado otro posible caso en Valencia. Los trabajos ahora en curso se iniciaron a finales de julio y, después de un parón en las obras, se reanudaron el 21 de agosto, siendo en esta última fase cuando se localizaron los entierros. El equipo de arqueología no descarta localizar más inhumaciones, dado que la intervención se realiza en un lugar próximo a zonas excavadas el año 2007 con una importante presencia de enterramientos de entre los siglos XIV y XV. Los arqueólogos y antropólogos estudiarán los cuerpos localizados para profundizar en las costumbres funerarias de la época, edades, aspectos entorno la salud y en algunos casos posibles causas de la muerte. Además, se asegurarán de documentar y recuperar objetos personales o funerarios susceptibles de ser musealizados, como amuletos, anillos, collares o agujas de mortaja.