Una de las tristes realidades que lastra la electrificación de nuestro parque móvil de vehículos es el número insuficiente de puntos de recarga. Para solucionarlo, el Gobierno de España echó mano de un Real Decreto a finales de 2021 según el cual determinados espacios públicos van a tener que contar obligatoriamente con puntos de este tipo antes del 1 de enero de 2023. Hoy, casi un año después de que se publicase en el BOE dicho Real Decreto, parece difícil que vaya a cumplirse el objetivo que se fijó: disponer de 100.000 puntos públicos de recarga el año que viene.

Punto de recarga eléctrica

¿En qué espacios?

El Real Decreto era claro: los aparcamientos de los supermercados, hoteles, restaurantes, centros comerciales y edificios no residenciales privados con más de veinte plazas deben contar con, al menos, un cargador por cada cuarenta plazas de aparcamiento habilitadas. ¿Hay alguno en tu pueblo? Donde vivo, no y donde veraneo y voy de fin de semana (en Barruelo, provincia de Palencia), tampoco, pese a que existen aparcamientos de este tipo. Incluso, tras haberlo pedido algunos vecinos repetidas veces, se ha hecho caso omiso y, por lo que parece, el caso no es único, pero éste es especialmente grave, porque se trata de un pueblo que aspira a ser turístico (o eso dice su alcalde). Si el aparcamiento supera las mil plazas, señala también el Real Decreto, bastará con un punto por cada 100 plazas. ¿Cómo está el asunto donde tú vives o veraneas?

Puntos de carga rápida en las gasolineras

Igualmente, las estaciones de servicio que vendieron más de diez millones de litros de carburante durante 2019 deben tener también disponible un punto de carga rápida y las que hayan vendido durante ese mismo ejercicio 5 millones de litros, necesitarán un punto de recarga convencional. En total, más de 800 estaciones de servicio están incluidas en alguno de estos dos grupos. Para enero de 2023 quedan menos de dos meses y, visto lo visto, nos va a pillar el toro (eléctrico)