Woodhouse Colliery, la que se espera sea la mina más moderna del mundo comenzará a construirse este mismo mes de septiembre. Así lo ha informado la propia West Cumbria Mining, la compañía que la promueve en Whitehaven (Cumbria, Inglaterra) y a la que el gobierno que preside Rishi Sunak dio vía libre para iniciar sus actividades a principios de diciembre.
Dos años de obras
El News&Star The Cumberland News, periódico que se edita en Carlisle, la capital de Cumbria, informaba la semana pasada de la previsión de inicio de unas labores que se prolongarán durante dos años al menos y al término de los que Inglaterra volverá a tener una mina subterránea. Será, en concreto, diez años después de que, en 2015, cerrase para siempre su caña Kellingley, el último pozo vertical en servicio en Gran Bretaña.
Con todo, la Woodhouse Colliery será muy distinta a lo que entendemos por una explotación carbonífera, ya que todo el complejo se ha diseñado de manera respetuosa con el entorno y, así, estructuras ligeras que hasta minimizan el impacto visual de la explotación cubrirán las zonas de proceso del mineral. Incluso el traslado hasta la cercana estación ferroviaria de mercancías de Mirehouse se hará de manera subterránea. En Gran Bretaña, en concreto en la villa galesa de Aberpergwm , funciona otra mina, esta a cielo abierto que produce 2 millones de toneladas al año y emplea a casi 200 personas.
2.000 millones de euros de aporte al PIB británico
La mina espera extraer y procesar 2,5 millones de toneladas de carbón al año, empleará a 500 personas, generará 1600 empleos indirectos que aportarán 2.000 millones de euros al PIB británico y el carbón que se extraiga de ella se destinará a usos siderúrgicos. La previsión es que la Woodhouse Colliery y la empresa que la explotará, West Cumbria Mining, funcionen durante medio siglo y las labores alcancen una profundidad máxima de 500 metros. El sueldo medio que se espera cobre un trabajador de la explotación rondará los 65.000 libras anuales o, si se prefiere, 73.000 euros. La última mina de Cumbria, la Haig Colliery, cerró en 1986.