La anoxia (falta total de oxígeno en el medio marino) es un grave problema que acecha a esta masa de agua que baña el norte de Europa y pone en peligro la supervivencia de la fauna y la flora que allí habitan. Otros espacios marinos, caso del Mar Menor en España o el Mar Negro entre Ucrania y Turquía sufren también las consecuencias de este fenómeno, pero en el Mar Báltico han encontrado una manera de revertirlo. Para hacerlo, se va a inyectar oxígeno en el mar mediante la producción de hidrógeno mar adentro y a partir de la electrólisis del agua, una tecnología adaptada y ya existente. Lhyfe, empresa pionera en desarrollos vinculados al hidrógeno, es pieza clave de la iniciativa.

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Desde octubre de este año

El proyecto, que arrancó en octubre de este año, se denomina BOxHy y concluirá previsiblemente en octubre de 2024 en su primera fase, que consiste en la evaluación de  potenciales ubicaciones marinas adecuadas para realizar la reoxigenación de los ecosistemas marinos mediante el oxígeno coproducido durante esta electrólisis del agua La iniciativa está financiada por el Fondo del Plan de Acción para el Mar Báltico (BSAP).

Nuevos horizontes en la innovación del hidrógeno verde

La ejecución del proyecto corre a cargo de un equipo de expertos entre los que se cuentan investigadores de la Universidad de Estocolmo y técnicos de la empresa energética francesa Lhyfe y de la finlandesa Flexens que ya ha puesto a prueba la primera instalación de producción de hidrógeno ecológico en alta mar del mundo a través del proyecto Sealhyfe de Le Croisic (Francia). Como parte del proyecto BOxHy, Lhyfe investigará la integración de la tecnología DOI (Deep Oxygen Injection o, en nuestro idioma, inyección profunda de oxígeno) con la plataforma de producción de hidrógeno en alta mar, y la replicabilidad de la plataforma en el entorno del mar Báltico. En 2017, cuando se fundó Lhyfe, el planteamiento era combinar la descarbonización del transporte y la industria mediante la producción de hidrógeno verde y, al mismo tiempo, utilizar el oxígeno coproducido para reoxigenar regiones oceánicas propensas. Aunque el éxito de Sealhyfe es ya una prueba de la posibilidad de producir hidrógeno verde y renovable en alta mar, el proyecto ahora en curso en el Báltico es un desafío de mayor envergadura, pues combina objetivos energéticos y de recuperación ambiental.

Con el restablecimiento de las condiciones de oxígeno de las aguas profundas del Mar Báltico mediante adiciones de oxígeno a largo plazo los efectos positivos en el ecosistema serían múltiples. Así, y como explica Jakob Walve, ecólogo marino de la Universidad de Estocolmo, "el hábitat para la reproducción y alimentación del bacalao se ampliaría enormemente. También podemos esperar una disminución de las concentraciones de fósforo, ya que se fijará más en los sedimentos, y por tanto una floración menos intensa de cianobacterias tóxicas fijadoras de nitrógeno".