Del efectivo, cuentan, habrá que olvidarse y de las tarjetas, según pretenden las grandes empresas financieras, parece que también porque su objetivo es que acabemos todos pagando con el móvil. ¿Por qué? Pues porque evita tener que imprimir tarjetas y hace todavía más imprescindible un dispositivo que, muy pronto, usaremos hasta para lo más insospechado. La conexión NFC (Near Field Communication, por sus siglas en inglés) conecta cualquier móvil con otro dispositivo y, además de para compartir archivos, sirve para hacer pagos con el móvil. Las tarjetas, pronto, pueden acabar encarando el mismo camino por el que ya transitan desde hace años las memorias USB. Sin embargo, pagar con el móvil entraña ciertos peligros.

EuropaPress 4366305 app movil worldline softposeu llevar pago contactless espana vaciada
 

El límite de los 20 euros

Como las tarjetas, los móviles están también afectados por el límite de los 20 euros (que a veces son 50). Dicho límite permite hacer pagos sin verificación de ningún tipo con sólo acercar el dispositivo de pago (móvil o tarjeta) a un datafono. El código PIN no hace falta y, por tanto, en caso de robo o extravío, se trata casi de una invitación para los delincuentes. Que te roben una tarjeta es posible, pero que te sustraigan un móvil (o que lo pierdas) es, por desgracia, mucho más frecuente.

¿Qué podemos hacer?

Lo primero, bloquear el móvil siempre con un código, patrón o sistema de reconocimiento facial. Otra opción interesante es establecer un doble factor de autenticación para acceder e la cartera digital. Resulta también útil configurar el dispositivo para que siempre se exija el código PIN al hacer un pago. Con todo, hay una opción mucho mejor que todas esas: desactivar el sistema NFC siempre que no vayas a hacer un pago. Hay, sin embargo, otro riesgo: cuando se paga con el móvil, la percepción de estar haciendo un gasto es casi nula. Cuidado, pues.