En octubre lo contaba la Asociación Empresarial Eólica, patronal del sector del viento en España: la tercera parte de los generadores eólicos que están instalados en nuestro país van a tener que retirarse porque quedarán obsoletos. Eso supone unos 7.500 molinos y 20.000 palas que, una vez convertidas en un simple residuo, van a tener que gestionarse. En el resto de países que juegan a favor de este sistema de generación de energía el problema es similar y hacen falta en todo el mundo molinos más grandes y más eficientes que permitan generar más energía y cubrir el hueco que dejan los sistemas de generación que utilizan recursos no renovables. Gestionar todos estos residuos no será fácil y hará falta inversión y mano de obra, lo que constituye una oportunidad para las zonas rurales en las que se ubican los parques eólicos. Allí habrá que retirar molinos viejos e instalar otros nuevos. Algunos de ellos, si el ensayo que se ha activado en la californiana Universidad de Davis, llega a buen término, serán más fáciles de reciclar, ya que sus palas estarán fabricadas con compuestos poliméricos de origen vegetal.

 

Bambú y champiñones

El ensayo lo coordina Valeria La Saponara, catedrática del Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de California en Davis. Los materiales que se utilizan son singulares: bambú, biomasa agrícola y micelio. El micelio es una estructura propia de los hongos con apariencia similar a la de una raíz que se ubica bajo tierra y forman el cuerpo vegetativo de los hongos. Las setas son el cuerpo fructífero. De momento, tienen ya una pequeña turbina de 1 kv con la que pretenden comprobar si las palas de polímero vegetal aguantan vientos de más de 120 kilómetros por hora.

¿Con qué se fabrican las palas de los molinos eólicos?

Para fabricar las imprescindibles palas de los aerogeneradores se emplea hoy fibra de vidrio,. resina epoxi y madera de balsa, que destaca por su ligereza y procede de un árbol, el balso, situado en la selva amazónica. A veces, se emplea también polietileno, pero cuando el aerogenerador completa su vida útil el reciclaje, complicado ya de por sí a causa del uso de resina epoxi, se complica aún más. Los cimientos, la torre, los engranajes y el generador se reciclan sin dificultad, pero las palas son problemáticas. Existe hasta un estudio elaborado por el Consejo de Energía Limpia de Australia que así lo indica. Sin un cambio en el sistema de producción de éstas, cada año se calcula que se generarán en todo el mundo más de 300.000 toneladas anuales en 2050. Empresas como Siemens Gamesa han desarrollado ya palas reciclables y los proyectos de plantas de reciclaje de palas eólicas como los que impulsa la danesa Continuum Composite Recycling abundan en Europa y el resto de Occidente. Si el ensayo en curso en Estados Unidos funciona, quizá no hagan falta ya.