En Catalunya, el subsector de la salud digital emplea ya a casi 5.000 personas y se da por hecho que la respuesta al déficit de médicos que padecen las zonas rurales será digital en buena parte. En paralelo, gigantes del sector sanitario presentan proyectos que evidencian un hecho: el futuro de la asistencia sanitaria va a incluir como pieza clave las aplicaciones de salud digital. Sanitas, al menos, ya trabaja en esa línea.

 

Hospital digital

En el marco de la segunda edición del encuentro digital Future Health The Event, Sanitas ha presentado un proyecto: su hospital digital Blua. Desde el gigante sanitario, lo definen como “un aliado fundamental para acercar, facilitar y mejorar el cuidado de la salud de las personas que confían en nosotros”. Así lo explica, al menos, Ine Snater, directora de Transformación y Estrategia de Sanitas.

La activación del hospital digital de Sanitas permite, según ella misma explica, “aumentar el alcance de la oferta de salud digital de Sanitas con nuevas capacidades que complementan y amplían los cuidados que se practican en los hospitales”. Además, señala “ayuda a generar una experiencia de paciente única y diferencial en nuestros centros, porque la digitalización, como nosotros la entendemos, debe servir y estar centrada en el bienestar de las personas”.

¿Qué se ofrece?

El hospital digital Blua ofrece servicios tales como chequeos digitales, medición de constantes, fisioterapia digital, videoconsulta 24 horas o visitas médicas a domicilio, así como aplicación de planes personalizados de salud. El evento contó además con la presencia de personalidades que, con su apoyo, intentan dar un espaldarazo al proyecto y ayudar a que los públicos objetivo venzan algunas de las reticencias ciertas que estos sistemas de atención médica despiertan todavía. Entre ellos, figuraban la ex primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern y el paleontólogo y coordinador de las excavaciones de Atapuerca Juan Luis Arsuaga. Para la primera, el uso de la tecnología “está ayudando, por ejemplo, a mejorar la productividad de los diagnósticos de algunas enfermedades como el cáncer”, aunque también señala “es muy importante entender cuáles son las distintas aplicaciones de la tecnología para los ciudadanos, puesto que debemos poner límites y proteger la intimidad de los pacientes”. Arsuaga, al tiempo, recuerda que la tecnología no es ni mala ni buena en sí misma: “no debemos demonizar la tecnología, su aplicación solo depende de cómo el ser humano la utilice”, ha afirmado Arsuaga. Sea como fuere, lo que se intuye en el horizonte está claro: más atención sanitaria online. ¿Será mejor que lo que hoy existe?