La Península Ibérica, por sus características climáticas y económico-productivas, está llamada a convertirse en uno de los principales territorios europeos productores de hidrógeno verde, pero sin las inversiones necesarias para exportar ese gas que podría llegar a producirse, el proyecto será un fracaso. La solución se llama H2MED, depende del resultado de una serie de estudios iniciales que desarrollará Enagás y, si nada falla, unirá España y Portugal con Francia para exportar hidrógeno renovable producido en la Península hasta el centro de Europa. Junto a esta infraestructura, España precisará también de otros tramos que, sumados al futuro H2Med, conformarán la Red Troncal Española de Hidrógeno. Construirlos todos requerirá de inversiones superiores a 4.500 millones de euros.

 

Tramos

El corredor H2Med está compuesto por dos tramos: CelZa, que conecta Celorico da Beira en Portugal con Zamora en España, y BarMar, una conexión marítima entre Barcelona y Marsella. CelZa tendrá una capacidad máxima de 0,75 millones de toneladas de hidrógeno renovable, una longitud de 248 kilómetros y contará con una estación de compresión en Zamora de 24,6 MW. Por su parte, BarMar dispondrá de una capacidad máxima de dos millones de toneladas, una longitud de 455 kilómetros y una estación de compresión en Barcelona de 140 MW.

 

Casi 2.500 millones

De momento, Enagás ha convocado ya un concurso para que se realicen los estudios de viabilidad e impacto ambiental y la evaluación de costos y beneficios. Cuando el hidrogenoducto se haya completado, la inversión habrá alcanzado los 2.565 millones. De ellos, 2.135 servirán para los tramos españoles y 350, para la conexión con Portugal. España asumirá un coste total de 1.000 millones. El H2Med forma parte de la Red Troncal Española de Hidrógeno, una infraestructura que está considerada como Proyecto de Interés Común (PCI). De esa Red forman parte el Eje Vía de la Plata, con su conexión al Valle de Hidrógeno de Puertollano, y el Eje que presta servicio a la Cornisa Cantábrica, del Valle del Ebro y de Levante. Estos tramos suman una longitud prevista de aproximadamente 1.250 km y 1.500 km, respectivamente. Además, se incluyen dos almacenamientos subterráneos de hidrógeno en Cantabria y País Vasco, con capacidades previstas de 335 y 240 GWh, respectivamente. Construirlos todos –junto a los sistemas de almacenamiento necesarios-, costará más de 4.600 millones.