Llevamos décadas preguntándonos si, en algún momento, ha habido vida en Marte. De momento, no hay respuestas concluyentes, pero el rover Perseverance, el ingenio de la NASA que estos días visita el Planeta Rojo acaba de encontrar restos de lo que parece ser materia orgánica en la zona del cráter Jezero. ¿Nos permite eso afirmar sin lugar a dudas que en Marte hubo vida? No del todo.
¿Qué ha encontrado el Perseverance?
El róver estadounidense ha localizado cuatro muestras de roca en las que están presentes un tipo de moléculas orgánicas correlacionadas con las de los minerales de sulfato, que se encuentran siempre en capas de roca sedimentaria que brinda información sobre los ambientes teóricamente acuosos en los que se debieron formar.
En concreto, estas rocas se han localizado en dos puntos diferentes del cráter de Jezero que se denominan Wildcat Ridge y Skinner Ridge, zonas en las que se considera que pudo haber vida en algún momentoM ya que, por su configuración, parece ser el delta de un antiguo río hoy seco. No obstante, no son una evidencia concluyente: son, explican desde la NASA, una “firma biológica potencial”. ¿Qué significa eso? Pues que el Perseverance ha hallado rocas que contienen sustancias y estructuras que pueden ser evidencia de una vida pasada, ya que muestran cómo, en la zona del cráter Jezero, existieron acumulaciones de arena, lodo y sales que configuraban un entorno en el que la vida podría haber prosperado. Si prosperó o no, no se sabe, de momento.
¿Y por qué se considera que este tipo de rocas son una evidencia de vida posible?
La roca sedimentaria con restos de materia orgánica hallada es similar a otras del mismo tipo presentes en nuestro planeta que son conocidas por albergar fósiles de vida antigua. El Perseverance, lamentablemente, no dispone de instrumentos que permitan realizar un análisis detallado de las muestras en remoto, pero cuando la muestra llegue a la tierra sí que será sometida a ese estudio en profundidad que permitirá llegar a conclusiones.
El cráter Jezero, de 45 kilómetros, alberga un delta que se formó hace unos 3.500 millones de años en la convergencia de un río marciano y un lago. El Perseverance se encarga de investigar las rocas sedimentarias del delta, formadas cuando partículas de varios tamaños se asentaron en el ambiente que alguna vez fue acuoso.
Entre los materiales que se han hallado figura arenisca capaz de transportar granos y fragmentos de roca creados lejos del cráter Jezero, y una lutita que incluye compuestos orgánicos que los científicos consideran “intrigantes”. Próximas noticias, cuando las muestras lleguen a la tierra.