Los pescadores españoles están inquietos ante el posible impacto que pueda llegar a tener el desarrollo de la energía eólica marina en su actividad cotidiana. Por ello, acaban de pedir amparo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Quieren, en concreto, que se desarrollen estudios sobre el impacto que puedan llegar a tener los desarrollos energéticos planteados sobre las costas y los caladeros.
Carta a la Secretaría General de Pesca Marítima
La inquietud y la petición se han concretado en una carga que la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras ha remitido a la Secretaría General de Pesca Marítima del Ministerio, dirigida por Isabel Artime. Hoy, en las aguas españolas, se han reservado ya cinco mil kilómetros cuadrados para proyectos de energía eólica. Los pescadores consideran que el impacto ambiental de estos proyectos no se ha evaluado lo suficiente.
¿Qué temen?
De entrada, que se produzcan cambios en la calidad del agua que puedan afectar a la biodiversidad y a los ecosistemas marinos. Como consecuencia de estas posibles afectaciones, pronostican que el sector pesquero se vería económicamente dañado y que, con ello, se perderían empleos. Reclaman, en concreto, “una evaluación exhaustiva y precisa de los efectos de la energía eólica marina en el medioambiente y en la industria pesquera que debería ser una preocupación urgente de nuestras administraciones”. De esa evaluación de los impactos socioeconómicos debe encargarse, consideran, la Mesa de la Ciencia Pesquera. Esta Mesa se constituyó en diciembre de 2022 a modo de órgano consultivo y de debate que asesora sobre políticas públicas relacionadas con la pesca y vehicula la participación de la sociedad civil en el sector.