En Barruelo (Palencia), hace 75 años se utilizaron residuos mineros para construir viviendas y ahora; en Vizcaya, muy cerca de allí, las cenizas resultado de la incineración de residuos sólidos urbanos en la refinería Muskiz se convertirán en áridos susceptibles de ser empleados para fabricar hormigón, prefabricados y material para carreteras. El producto tiene hasta nombre: ecoárido.
Ayudas europeas
De momento y como uno de los primeros plazos, Petronor recibe de la Comisión Europea 282.000 euros para diseñar y construir una planta de fabricación de ecoáridos en la refinería de Muskiz mediante la técnica de carbonatación acelerada. El proceso combina las cenizas resultado de la incineración de residuos con agua y dióxido de carbono procedente de las labores propias de la refinería para obtener áridos. En total, se calcula que puedan tratarse cada año 22.000 toneladas de cenizas y 2.200 toneladas de CO2 que no acabarán en la atmósfera para producir 56.000 toneladas de ecoáridos.
En 2024
La planta debe estar en funcionamiento durante la segunda mirad de 2024 y el proyecto está presupuestado en 8,9 millones de euros. De ellos, y en diversos plazos, llegarán 2,3 millones desde la UE. Petronor forma parte del grupo Repsol.