En épocas de crisis y zozobra económica y existencial el interés por las drogas crece, tanto en lo referido al consumo como a su fabricación y distribución y España no es una excepción. Según Endesa, uno de los principales operadores eléctricos, el consumo que generan las plantaciones ilegales de marihuana equivale al gasto que genera una ciudad de 400.000 habitantes.

 

Además, cargan la factura a otros

Durante 2021, Endesa detectó unos 71.000 casos de fraude eléctrico, un 13% más que en 2020. Dichos fraudes se realizan de dos maneras: manipulando el contador o conectándose el defraudador directamente a la línea eléctrica sin que haya contador de por medio. Este último caso es el más habitual entre quienes se dedican al cultivo ilegal de la marihuana. Se estima que una plantación de marihuana podría consumir lo mismo que 80 hogares y, según la Guardia Civil, el 20% de los enganches ilegales están vinculados a plantaciones de este tipo.

Problema serio

Más allá del consumo que generan estas plantaciones ilegales, el problema que generan se vincula a la seguridad ya que las instalaciones eléctricas que las asisten son precarias y, por tanto, propicias para cortocircuitos, electrocuciones e incendios. El cultivo de marihuana, además, produce hasta 15 millones de toneladas métricas de CO2. En definitiva, que el crimen no compensa a nadie más que, momentáneamente, al que lo comete porque, más pronto o más tarde, le acaban pillando.