¿Para qué pueden llegar a servir un pozo de petróleo o gas agotado? En principio, para mucho: desde para producir energía geotérmica hasta para almacenar residuos como el CO2 procedente de sistemas de captura o recursos como el hidrógeno. A esto último quieren, precisamente, destinar los pozos de petróleo y gas agotados en Estados Unidos. Si la experiencia funciona, se podría exportar a otros países y, también, replicar en galerías de minas de carbón abandonadas.
De momento, se puede almacenar en cavernas de sal
El hidrógeno se puede almacenar bajo tierra en cavernas de sal, pero los depósitos de sal no son tan abundantes como los pozos de petróleo o gas o las minas de carbón. Con el hidrógeno y estos espacios hay un problema: el gas puede quedar almacenado en la roca, filtrarse o contaminarse “Lo que queremos es que el hidrógeno permanezca donde lo inyectamos y que no se pierda, porque perderíamos dinero y recursos”. Para superar este problema posible, han analizado la estructura y las características de las rocas que rodean los yacimientos de petróleo y gas y han identificado un tipo específico de arcilla común en el esquisto alrededor de estos yacimientos que reduciría las pérdidas al mínimo. Estos hallazgos sobre la arcilla se publicaron el año pasado en la revista Sustainable Energy and Fuels .
Sólo simulaciones, por el momento
Los responsables del proyecto trabajan en Sandia National Laboratories y están realizando simulaciones y experimentos con el objetivo de descubrir si, efectivamente y como suponen, los pozos de petróleo y gas pueden utilizarse para almacenar hidrógeno con un coste asumible. “El hidrógeno sería bueno para el almacenamiento estacional y a largo plazo”, explica el ingeniero químico de Sandia, Tuan Ho, que dirige la investigación. Si finalmente se revelan como útiles para este fin, se solucionaría en parte uno de los problemas principales de los sistemas de energía solar o eólica: la imposibilidad de almacenar energía: “Si piensas en la energía solar, en verano puedes producir mucha electricidad, pero no necesitas mucha para calentar. El exceso se puede convertir en hidrógeno y almacenar hasta el invierno”.