El sector del vino, junto con el del aceite, son dos de los ámbitos productivos fundamentales de la agroindustria catalana, pero, como muchos otros sectores, en el del vino existe un cierto porcentaje de empresas que actúan de manera fraudulenta y que, con sus prácticas, perjudican el prestigio de un producto, el vino catalán que es un activo económico. Para combatir este fraude, la Generalitat lleva|trae ya un año realizando inspecciones.
Casi 100 controles
Así, y durante el año 2023, se realizaron inspecciones en 12 bodegas que supusieron 98 controles, de los cuales 40 resultaron no conformes. De estos controles, 17 fueron relativos al etiquetado y se detectaron 8 no conformes. De las 6 muestras que se tomaron en el marco de estas inspecciones, todas resultaron ser conformes con la normativa. Las infracciones detectadas corresponden al ámbito del balance de productos, donde se ha detectado la existencia ficticia de productos o la falta de justificación de movimientos. También hay infracciones detectadas por falta de documentación e irregularidad en los registros, en el etiquetado o en el proceso de producción del vino.
115 inspecciones para el 2024
El año 2024, hay previstas 14 inspecciones en bodegas de un total de 115 inspecciones programadas en el ámbito de la lucha contra el fraude agroalimentario. Así, el sector vitivinícola será el que recibirá más inspecciones este año. Estas inspecciones se complementan con numerosos controles exploratorios de los cuales el vino también es el protagonista. Todas estas inspecciones han representado 85.000 euros de sanciones directas y 400.000 euros de indirectas. ¿Se reinvertirán estas cantidades en ayudas por un sector que se considera estratégico desde la administración autonómica?