Del amoníaco verde se cuenta que es la gran solución que permitirá descarbonizar el transporte naval y la gran industria que, además, puede hasta servir como herramienta para reindustrializar España. Sin embargo y hasta la fecha, lo único concreto que existía eran diferentes proyectos, algunos bastante avanzados en su concepción como los previstos en Castellón y Galicia, pero eso era todo. Ahora, tres empresas, las danesas Topsoe y Skovgaard Energy y la multinacional Vestas acaban de inaugurar en Ramme, Dinamarca, la primera planta productora de amoniaco verde que se activa en todo el mundo.
De momento, un ensayo
La planta es, no obstante, sólo un proyecto de demostración, pero ya ha recibido financiación del Programa de Desarrollo y Demostración de Tecnología Energética de Dinamarca y está asociada a un parque solar de 50 MW y un complejo eólico de 12 MW. De ellos obtiene la energía que alimenta el circuito de electrólisis y síntesis de amoníaco de la planta. Como la energía proviene de fuentes renovables, el amoníaco producido se etiquetará como amoníaco verde.
5000 toneladas anuales
se puede transportar utilizando la infraestructura existente y tiene múltiples usos finales, no solo como combustible o portador de hidrógeno, sino también para ayudar a descarbonizar procesos industriales como la producción de acero y cemento. La previsión que la producción alcance las 5.000 toneladas anuales de amoniaco verde procedente de energías renovables. Esta producción evitará la emisión de 8.200 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año. Como producto, el amoníaco verde tiene múltiples ventajas: se puede transportar utilizando la infraestructura existente y tiene múltiples usos finales, no solo como combustible o portador de hidrógeno, sino también para ayudar a descarbonizar procesos industriales como la producción de acero y cemento.