La economía circular está de moda y, gracias a ello, la compra de productos tecnológicos reacondicionados es tendencia y no se ve ya como un recurso de emergencia para los menos pudientes. Así, y de acuerdo con el estudio Consumption and Habits Reports realizado por IPSOS para Back Market, tres cuartas partes de los españoles estarían dispuestos a optar por dispositivos reacondicionados.

 

Ahorro

El uso de productos reacondicionados reduce el impacto que la producción de dispositivos tecnológicos tiene en el medio ambiente. Así, utilizar reacondicionados ayuda a reducir el consumo de agua, ya que fabricar un dispositivo nuevo consume 89.000 litros de este recurso. Un dispositivo reacondicionado consume un 86% menos, genera un 89% menos de basura electrónica, y reduce en un 92% la emisión de CO2 a la atmósfera, según datos de la Agencia Francesa de Medio Ambiente (ADEME). Además, el precio de un dispositivo electrónico reacondicionado es inferior en un 70% al de un producto nuevo, lo que lo convierte en una opción atractiva para los consumidores, ya que es medioambientalmente amable y económica.

El caso de Back Market

En Europa, una de las empresas líderes en comercialización de productos tecnológicos reacondicionados es Back Market, que promueve también la reparación de dispositivos y el derecho a reparar, que está siendo amparado incluso por la UE con nuevas normativas que persiguen reducir el volumen de basura electrónica que se genera. Sin duda, y al tiempo que la economía circular se convierte en tendencia, la obsolescencia programada está cada vez menos de moda. Incluso grandes cadenas de distribución como Alcampo y marcas líderes como Dyson activan también proyectos para comercializar productos reacondicionados.