La energía de las olas es la mayor fuente renovable no utilizada del planeta. El recurso teórico total de energía de las olas en todo el mundo asciende a 30.000 TWh/año y, al tiempo, las energías renovables más conocidas (la eólica y la fotovoltaica) presentan un problema: no ofrecen una producción continuada y precisan, si el sistema energético quiere cimentarse en ellas, potencia de respaldo que permita producir energía para atender demandas puntuales. Estos sistemas de respaldo son, a fecha de hoy, centrales térmicas de gas o carbón o centrales nucleares. Como complemento, eso sí, pueden emplearse otros sistemas de producción como la energía de las olas del mar, conocida también como energía undimotriz.
Sello finlandés
Uno de los proyectos más avanzados de aprovechamiento de energía undimotriz actualmente en desarrollo es la iniciativa finlandesa WaveRoller, impulsada por la empresa AW-Energy. La empresa ha instalado convertidores en zonas cercanas a la costa (a no más de 2 km) y entre 8 y 20 metros de profundidad. AW-Energy maneja proyectos con una potencia total de 150 MW y sus convertidores, además, atraen según la empresa “poblaciones de peces”. En España, cuando las centrales nucleares completen su ciclo productivo, la potencia de respaldo deberá proceder de centrales de gas, según se explica desde organizaciones como Econucleares. ¿Puede la energía undimotriz ser una respuesta para un país como España, que dispone de costas que dan a dos mares y un océano?
Predecible y aprovechable
La energía undimotriz tiene una ventaja frente a los sistemas de producción eólicos o fotovoltaicos: es muy predecible, porque el comportamiento de las olas marinas se puede pronosticar con precisión notable incluso varios días antes. Este hecho, unido al desarrollo de sistemas convertidores de energía cada vez más modernos podría ayudar a que, en 2050, un 10% de la energía que consume cada año la UE se produzca de esta manera.