Con el frío llegan las enfermedades respiratorias y, especialmente, destaca la gripe, cuya incidencia ha crecido un 184% respecto a 2022 a consecuencia de la relajación de las medidas preventivas que se fijaron para evitar contagios por COVID-19 y de la menor inmunidad de la población. Si a todo ello se le suma que las mascarillas han prácticamente desaparecido de nuestras calles, conviene pensar en sistemas que nos permitan evitar que la gripe nos atrape. Una de las más interesantes, idónea además para hogares y oficinas, son los purificadores de aire

 

¿Qué es un purificador?

Los purificadores de aire son máquinas diseñadas para eliminar hasta el 99,95% de las de las partículas de hasta 0.1 micras como, por ejemplo, bacterias, polen y esporas de moho. Al tiempo, eliminan los malos olores que generan los compuestos orgánicos volátiles y, también, el formaldehído, un gas nocivo que puede emanar de determinados muebles, alfombras y paredes. Los virus, si tienes un purificador en casa, van a tenerlo ciertamente complicado para contagiaros a ti y a los tuyos ya que existen, por ejemplo, modelos como los que fabrican empresas como Dyson que están testados científicamente como capaces de eliminar hasta el 99,9% de los virus presentes en una habitación.

 

 

Otros contaminantes

Un purificador, además, permite prevenir alergias y enfermedades cutáneas ya que nos ayuda a monitorizar la calidad del aire en casa y evitar la entrada de contaminantes externos, ya que no es necesario abrir las ventanas para renovar el aire. Con ello, además, ahorramos en calefacción. Estos sistemas eliminan también los ácaros, que producen materia fecal que genera alergias en determinados individuos. Por último, los humidificadores nos ayudan a controlar la humedad interior, algo que agradecerán las personas que sufren de eczemas o psoriasis.