Las chinches, ese molesto insecto del que nos habíamos casi olvidado en Europa Occidental, son un problema serio en Francia y, más en concreto, en París, donde hasta su vicealcalde Emmanuel Grégoire ha advertido de su peligrosidad y el Ayuntamiento de la capital francesa ha desplegado incluso unidades de perros de rastreo para inspeccionar trenes y metro. Ahora, esas mismas chinches que preocupan seriamente al otro lado de los Pirineos, están llegando aquí. No obstante, disponemos de herramientas para luchar contra ellas.
En alerta
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental ha advertido y estos días mediante un comunicado que el problema afecta ya a España. De hecho, están aquí hace tiempo, pero pronto habrá más. Los primeros casos de infestación se detectaron en prisiones, pero ahora ya aparecen en hoteles y, también, en domicilios particulares. Las chinches van camino de convertirse en un problema de salud pública en toda Europa. ¿Por qué están aquí? La movilidad de población, tanto con finalidades turísticas como laborales, tiene mucho que ver. Estos insectos se adhieren a la ropa o al equipaje y viajan con nosotros. Basta, por tanto, que visitemos un país en el que las chinches están presentes en forma de plaga para que nos las traigamos a casa a modo de recuerdo. Su picadura es molesta y su saliva contiene agentes infecciosos que generan reacciones alérgicas y picores. Las altas temperaturas de los últimos meses también ayudan a su expansión y supervivencia, pues estos insectos sólo se aletargan por debajo de los 16 grados.
La prohibición del DDT
Las chinches, al menos en Occidente, casi desaparecieron gracias al uso generalizado de insecticidas como el DDT, que se acabaron prohibiendo por considerarse agentes carcinógenos. Con todo, y como los residuos que dejó en el medio su uso intensivo han pervivido durante los últimos 40 años, las chinches no proliferaban. Ahora, el efecto residual del DDT ya no nos ayuda a luchar contra según qué insectos y, por eso, se ensaya con otros insecticidas menos agresivos. De momento, sin embargo, no se ha logrado sintetizar nada parecido al DDT, pero en versión inocua. Quedan, eso sí, otras soluciones.
¿Qué podemos hacer?
En caso de detectar chinches en casa, una buena solución es congelar la ropa o lavarla a 60 grados, ya que las chinches no sobreviven a esas temperaturas. Una limpieza profunda, si es con la ayuda de una empresa antiplagas mejor, también es necesaria. Si optas por hacerlo tú mismo, echa mano de una vaporeta y no dejes ni un solo rincón por limpiar. Las camas y los sofás deben ser objeto de especial cuidado.