Cada ciudad o pueblo grande dispone hoy de cargadores para vehículos eléctricos en mayor o menor volumen, pero no todos ofrecen las mismas prestaciones. En este contexto de demanda creciente, XCharge Europe se distingue desde 2017 como proveedor pionero de soluciones integradas de carga de alta potencia en baterías. Con sede central en Hamburgo (Alemania) y laboratorio SGS en Madrid (España), XCharge Europe nos presenta un listado de cuestiones que conviene tener en cuenta antes de acometer la instalación de un cargador para vehículos eléctricos.
Evaluación de proveedores
Dada la competencia actual, la prestación de servicios adicionales como Wi-Fi, áreas de descanso o servicios cercanos podría contribuir a mejorar la experiencia de los usuarios. Sin embargo, mantener los cargadores en un estado “siempre en línea” con una funcionalidad óptima garantizada es un factor primordial y decisivo para el perfecto funcionamiento de las estaciones de carga.
Asesoramiento profesional
Para garantizar una implantación práctica y rentable de las estaciones de carga de vehículos eléctricos, XCharge recomienda programar sesiones de consultoría con proveedores de confianza. Estas sesiones ofrecen asesoramiento personalizado y soluciones flexibles, que permiten tomar decisiones estratégicas como determinar el número de cargadores, su rango de potencia específico y la configuración óptima. El propietario del establecimiento confirme la frecuencia, el número y el tipo de coches que entran y salen del recinto en cada momento y proporcione un mapa de la zona para analizar la mejor ubicación de los cargadores. En la fase inicial de instalación conviene igualmente comprobar la capacidad eléctrica disponible y asigne la potencia adecuada para los cargadores de VE. Esto ayudaría a los expertos a elegir productos adecuados con rangos de potencia apropiados, garantizando una carga eficiente sin sobrecargar el sistema eléctrico.
Método de pago
Elegir entre lectores NFC y TPV para los métodos de pago es una consideración habitual. En términos sencillos, un TPV cubre métodos de pago más amplios en comparación con NFC, que no admite tarjetas de crédito. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que el coste de instalación y mantenimiento de un TPV es considerablemente mayor que el de un lector NFC. Teniendo en cuenta la rentabilidad, XCharge aconseja optar por un TPV mpara las estaciones de recarga públicas y semipúblicas y por NFC para las estaciones de recarga privadas. Además, es crucial tener en cuenta la normativa AFIR, que entrará en vigor en abril de 2024. Esta normativa obliga a que todos los cargadores públicos de vehículos eléctricos incorporen métodos de pago regulares, garantizando que los usuarios finales puedan pagar con tarjeta de débito sin necesidad de suscribirse a ningún abono. Como consecuencia directa de esta normativa, la instalación de terminales de punto de venta será obligatoria en todos los cargadores públicos.
Selección del conector y la longitud del cable
Cuando se trata de seleccionar conectores para puntos de recarga rápida de VE, los instaladores se enfrentan a menudo al dilema de elegir entre los dos conectores más comunes, CHAdeMO y CCS2. Si un número significativo de coches que van a emplear la estación de carga son modelos relativamente antiguos como el Nissan Leaf, la incorporación de conectores CHAdeMO resulta adecuada, pero también conviene tener en cuenta que la tendencia actual del mercado pasa por convertir los conectores CCS2 en los más habituales, ya que su potencia es mayor en comparación con los CHAdeMO, que como mucho alcanzan una potencia máxima de 60 kW. Como resultado, los conectores CHAdeMO se están eliminando progresivamente y, hoy, menos del 10% de los cargadores en Europa lo utilizan ahora, según cifras de XCharge. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, XCharge recomienda encarecidamente optar por conectores CCS2. Igualmente importante es tener en cuenta la longitud del cable, en función del tipo de vehículo que utilice la estación de carga, vehículos pesados o turismos. Los vehículos más grandes, como autobuses o camiones, necesitan en muchos casos un cable más largo para poder alcanzar cómodamente el conector del mismo, de entre 5 y 10 metros, mientras que para los turismos habitualmente son suficientes entre 3 y 5 metros.