Como ya sucedió el año pasado por estas fechas, las freidoras de aire van a volver a ser uno de los pequeños electrodomésticos más buscados durante las rebajas de este mes de enero. Por menos de 100 euros, es fácil encontrar hoy freidoras de aire de calidad y, seguro, tienes en mente hacerte con una. Con todo, antes estaría muy bien que supieras qué es exactamente este electrodoméstico ahora que se ha hecho tan popular.

No es una freidora: es un horno
En realidad, más que freidoras, las freidoras de aire son más bien pequeños hornos de convección portátiles en los que un dispositivo calefactor cercano a la cubeta en la que depositamos la comida genera calor y un ventilador hace que el aire caliente circule por el interior del electrodoméstico a alta velocidad, lo que produce una capa crujiente gracias a mecanismos físico-químicos como la glucosilación no enzimática de proteínas, que se también cuando freímos o asamos. Pese a ello, la denominación comercial es la que es y, por eso, a nadie en su sano juicio se le ocurre entrar en una tienda a pedir un horno de convección portátil. Son, a todos los efectos, freidoras de aire.
Las popularizó Philips
Quien primero las fabricó en masa, allá por 2010, fue Philips que las bautizó como Airfryer, lo que se traduce a nuestro idioma por freidora de aire, así que es de esa marca comercial primera de donde deriva el nombre por el que conocemos este electrodoméstico. Aunque por aspecto los alimentos que se cocinan en ellas son parecidos a los que salen de una freidora o de una sartén, no saben igual, porque, al freír con aceite, este penetra en el alimento y agrega sabor y eso no sucede en las freidoras de aire. Sea como fuere, estos electrodomésticos permiten cocinar sin grasa y garantizan la textura crujiente habitual de los fritos. Con la Cuesta de Enero subida a medias y los kilos que todo el mundo ha cogido en Navidades alterando la figura, son una opción económica y adecuada para quienes empiezan el año con el deseo de gastar poco y la voluntad de comer más sano.