El Reino Unido, el país en el que carbón se convirtió en combustible protagonista de la primera revolución industrial se despide este año de su última central térmica capaz de generar energía mediante la quema del negro mineral. En España, donde sólo se extrae carbón ya mediante minería subterránea en Asturias (en una mina pública y alguna más privada) el carbón forma también cada vez más del pasado, algo que no sucede en Alemania, que continúa explotando sus depósitos de lignito o en Polonia y la República Checa, donde la minería subterránea del carbón es, igual que en Ucrania y Rusia, un sector que emplea a muchos trabajadores. Sin embargo, el primer territorio en el que el carbón se utilizó como combustible no estaba en Europa ni en América, continente en el que el carbón todavía se extrae en países como Estados Unidos y Colombia.

 

Hace 3.600 años

Según un estudio publicado en Science Advances, las primeras operaciones mineras carboníferas de la historia se desarrollaron hace 3.600 años en el noroeste de la actual China, en concreto en la región de Xinjiang. Allí, en el enclave arqueológico de Jirentaigoukou, han identificado acopios de carbón y cenizas que evidencian que el mineral se utilizaba como combustible. Era, además, carbón bituminoso (como el de la zona de Puertollano) que se extraía regularmente de afloramientos de más de 4 km situados en las cercanías del yacimiento. China es hoy uno de los principales productores mundiales de Carbón junto a Australia y Estados Unidos.

¿Para qué?

Los responsables de la explotación eran un pueblo indoeuropeo, la Cultura de Andrónovo, que se considera  emparentada con los pueblos iranios. Como para éstos, para la cultura de Andrónovo los caballos eran sagrados y rendían culto al fuego y al Sol, al que se adoraba en Persia bajo el nombre de Mitra. Desarrollaron una notable metalurgia del bronce y fue, precisamente, para ésta para la que utilizaron el carbón. El incremento en la demanda de energía y el agotamiento