Seguro que te ha sucedido: recibes una llamada de un teléfono que no conoces, descuelgas y nadie responde. Con la norma que regula las comunicaciones telefónicas a particulares y prohíbe que te contacten empresas que no tengan tu permiso explícito para ello, estaríamos sin duda ante una infracción de libro. La primera vez que te sucede, seguramente, lo dejarás pasar, pero ¿y si se repite periódicamente? ¿quién gana con ello y qué obtiene?

 

La razón por la que se realizan

Evidentemente, son sistemas que marcan de manera automática y buscan números activos a los que llamar. Estos sistemas suelen estar asociados a centros de telemarketing especializados en emisión de llamadas con fines comerciales en los que los operadores no seleccionan números a los que llamar y quien lo hace es un dispositivo automático. La llamada sin respuesta se produce cuando, por la razón que sea, el sistema realiza una llamada sin que en ese momento haya un operador disponible y con un objetivo claro: reducir el tiempo medio de llamada del call center para que éste parezca más productivo. Así, con unas cuantas decenas de estas llamadas de entre uno y tres segundos al día, un responsable de plataforma con pocos escrúpulos puede camuflar esas llamadas que, por su complejidad, se han alargado más allá del tiempo estipulado porque más minutos entre más llamadas equivale a menos tiempo medio por respuesta. Otra razón, más prosaica, tiene que ver con la limpieza de bases de datos: quien llama, posee un listado de teléfonos y quiere comprobar cuáles de ellos siguen activos. 

Puedes denunciar

Desde mediados de 2023, estas llamadas no deseadas (igual que el resto de las que recibas, da igual si hay un operador que contesta) pueden ser objeto de denuncia, ya que la norma que acaba de entrar en vigor es clara. Ahora, eso sí: la sanción llegará sólo si quien denuncia no ha autorizado a la empresa emisora a comunicarse con él vía telefónica. En entornos como el actual, en los que nos suscribimos al cabo de la semana a diversos servicios sin reparar demasiado en las condiciones, es más que posible que hayamos autorizado estas comunicaciones sin darnos cuenta.