Esta semana, está de actualidad tras lo sucedido en el Celta-Atlético, partido en el que Jan Oblak, el cancerbero atlético, sacó un balón cobre la línea de gol que podría haber supuesto el primer gol del Celta y, muy probablemente, hubiese cambiado el devenir de un partido que, al final, ganó el Atlético gracias a un gol del recién incorporado Memphis Depay. Con el Ojo de halcón de por medio, el tanto celtiña hubiese subido sin duda al marcador, pero lo cierto es que, de momento, el sistema no se emplea en la Liga Española y es, como casi todo, por una cuestión de dinero.

¿Qué es exactamente?
El sistema, denominado originalmente Hawk Eye, fue desarrollado en 2005 por dos ingenieros británicos llamados Paul Hawkins y David Sherry, pero actualmente lo gestiona una empresa vinculada a Sony llamada Hawk-Eye Innovations con sede en Gran Bretaña. En sí, el ojo de halcón es un sistema informático asociado a cámaras que permite seguir la trayectoria exacta de la pelota en diferentes deportes. El sistema emplea cálculos de triangulación y mediciones de tiempo que son posibles gracias al uso de cámaras de vídeo de alta velocidad de las que, como mínimo, debe haber cuatro en el campo. Se estrenó en 2004, durante el Open USA de Tenis y, desde entonces, se ha empleado en Wimbledon, el Open de Australia, la Copa Davis y hasta el Masters. En fútbol también se emplea y, así, la Champions League o la Premier británica hacen uso del mismo. En la Liga, de momento, no se usa.
¿Por qué en la Liga no?
La FIFA y la UEFA homologaron en su día a dos empresas y una de ellas, además, es Hawk-Eye Innovations, que presta el servicio de VAR en la Liga actualmente, pero el sistema no se usa. Emplearlo costaría 2 millones de euros cada temporada para Primera División y 4 más en Segunda pero, de momento, la Liga de Fútbol Profesional no quiere asumir el gasto ni, tampoco, la inversión derivada de adaptar los estadios a esta tecnología que, en el caso del fútbol, puede llegar a requerir la instalación de catorce cámaras por estadio. Quien debería asumir este gasto adicional no está claro aún. En competiciones españolas sólo se ha empleado en la Supercopa de 2020, que se celebró en Arabia Saudí. ¿Merece la pena el gasto? Seguramente, sí.