Efectivamente, Siemens Gamesa está en crisis, pero sus directivos insisten en que el ajuste de 400 millones de euros que contemplan para 2026 no va a hacer que España deje de ser “un país importante para la empresa, ya que Europa es uno de sus mercados más relevantes”.

 

Pérdidas de casi 5.000 millones

Durante el ejercicio fiscal 2023, la empresa ha perdido 4.588 millones de euros y, por ello, contempla un “cambio de rumbo” en sus negocios eólicos, que son precisamente los que más mano de obra ocupan en sus plantas españolas. Estas se dedican a desarrollos eólicos terrestres, principalmente. Sin el ajuste, indican desde la dirección, no será posible “generar entornos laborales estables y seguros”. En 2022, las pérdidas fueron de 712 millones de euros.

Rescate

De momento, y en auxilio del grupo, ha salido ya el gobierno alemán, que ha puesto a disposición de Siemens AG líneas de crédito que le permitan salir de la qactual situación y atender los pedidos pendientes. En el caso español, el Gobierno trabaja ya en la apertura de una línea de avales cubierta por el Estado. En España, la compañía ocupa a 5.000 personas, pero lo que se fabrica son turbinas eólicas terrestres que se destinaban a parques que se construían por toda Europa, Iberoamérica, India y Estados Unidos, pero hoy la demanda de este tipo de equipos ha caído. Los panales fotovoltaicos y las turbinas eólicas marinas son ahora mucho más demandadas. El problema de las turbinas marinas es que no se pueden construir en plantas situadas tierra adentro como las que tiene Siemens Gamesa en España (Soria, Navarra y el País Vasco). De momento, no se habla de cierres.