¿Se pone tenso tu perro en presencia de desconocidos o si percibe algún ruido o alguna presencia que le inquieta? ¿Te cuesta calmarlo o, directamente, no sabes cómo? Tenemos una solución para ti: según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), existe una palabra que, prácticamente, podríamos considerar una fórmula infalible o mágica. Te contamos cuál es.

Perro
Perro

Fundamento empírico

La palabra en cuestión es tuso y, según el diccionario de la RAE, es el término que se utiliza para llamar a tu perro cuando, por la razón que sea, se aleja de ti dispuesto a hacer lo que no debe o, también, para alejar a un perro ajeno que se acerca a ti con intenciones inconcretas pero poco amistosas, aparentemente. Para los gatos, y según la RAE también, hay otro vocablo: zape. Tuso tiene, de hecho, hasta derivadas como atusar que es el término que se utiliza para definir la acción de alisar o domar el pelo rebelde o encrespado, que resulta muchas veces tan difícil de llevar como es debido como el controlar a un perro o un gato cuando se desmandan. Si aparecen en el diccionario, simplemente, es porque alguien testó en su día la costumbre de usar esos términos.

Palabras clave

Más allá de la costumbre y del origen del término, el fundamento científico del uso de estos dos vocablos (tuso y zape) no está probado, pero sí que es cierto que los animales se acostumbran a obedecer a determinadas palabras específicas que memorizan como órdenes y se aprenden aplicando un sistema de recompensas. En el caso de mi perro, un teckel un tanto asilvestrado que responde al nombre de Cloud, la utilidad del término tuso no la he testado, pero debo decir que sí recuerdo haberla escuchado en boca de personas de edad con el mismo objetivo que, con Cloud, nosotros utilizamos la locución Stop your body, que la hace desistir, de inmediato, de sus ideas peregrinas de perseguir a alguien o algo y cazarlo si puede. Claro que, eso sí, cuando obedece, hay que premiarle con una caricia o, incluso, con algo de comer. ¿Es por tanto la palabra tuso infalible? Seguramente no, pero lo cierto es que conviene trabajar con las mascotas el aprendizaje de órdenes sencillas si queremos que no se conviertan en marrulleros delincuentes de cuatro patas. Si la palabra que vas a utilizar es tuso u otra, ya es cosa tuya peroM ahora, eso sí; recuerda que, según los especialistas en psicología comparada, la inteligencia de un perro promedio es similar a la de un niño de dos años, así que no escojas como palabras para que memorice términos como supercalifragilísticoespialidoso o desoxirribonucleico.