Descartadas ya peregrinas y perversas ocurrencias como la utilización de compuestos químicos inyectables, la única solución viable para cambiar el color de los ojos de una persona eran las lentillas, pero ya existe otra: el láser y, además, desde 2012. La técnica se denomina iridoplastia cosmética fotoablativa y deriva de la iridoplastia convencional, que se utiliza, por ejemplo, para favorecer la filtración del humor acuoso y evitar el aumento de la presión intraocular en casos de glaucomas.
¿Cómo funciona?
El dispositivo se denomina NewEyes 7G Ultimate Custom Laser y ha sido creado por los oftalmógolos de la clínica Eyecos, de Barcelona. Ofrece, explican ellos mismos, “resultados extraordinariamente naturales” y “no generan contratiempo alguno para el paciente” a diferencia de las intervenciones oculares de otro tipo. El procedimiento, apuntan, es de tipo “ambulatorio y no quirúrgico” y su tasa de eficacia es “muy alta, ya que se logra eliminar el pigmento melánico de la cara anterior del iris en caso el 100% de los casos consiguiendo resultados extraordinarios”, señalan. Aseguran, además, haber realizado miles de intervenciones sin que hayan surgido problemas posteriores.
¿Cuánto vale?
Un cambio de color de ojos, según explica la clínica en su propia web, cuesta entre 3.325 y 4.500 euros y los cambios más habituales son del convencional marrón más o menos oscuro a los menos frecuentes gris, verde o azul. Por supuesto, si ofrecen el servicio es que hay demanda. Como en todo, allá cada cuál.